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martes, 7 de abril de 2015

Teatro japonés: la obra de nō "Kantan", III

La representación de Kantan, I, inicio
Finalmente, después de los artículos introductorios de las semanas pasadas, vamos a ver ya el primer videoclip de la obra de teatro  japonés titulada Kantan. Como hice en la serie dedicada al kabuki, cada entrada tendrá la traducción completa de la escena que se incluya en ella.

Traducción
Mi versión de los diálogos es muy libre y la he realizado consultando las siguientes traducciones:
  • Traducción bilingüe japonés moderno e inglés de the-noh.com, 2011. 
  • Kayoko Takagi y Clara Janés: 9 piezas de teatro nô. Madrid: Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2008.
  • Royall Tyler: Japanese Nō Dramas. Londres: Penguin Books, 1992.
  • René Sieffert: Noh et Kyôgen. Printemps Été. París: Publications Orientalistes de France, 1979.
  • Arthur Waley: The Nō Plays of Japan. An Anthology. Nueva York: Dover Publications, Inc., 1998, (1ª edic. 1929).

Hay que tener presente que muchas veces comprobamos que al leer la traducción en cualquier idioma, incluso en japonés, de un fragmento de la intervención de un actor, acabamos mucho antes que él, a pesar de que esté hablando a un ritmo normal o incluso rápido. En esos casos, lo primero que pensamos es que se nos escatima algo, una sensación desagradable.

Eso también ocurre en mi versión. Hay que tener presente que el tempo de la declamación en el teatro nō, tanto del actor como del coro, es uno de los elementos a los que las diferentes escuelas otorgan más importancia. 

Todavía no he comentado que el lenguaje arcaico y la profusión de efectos poéticos en los diálogos de una representación de teatro  los convierten en incomprensibles incluso para los japoneses. En Japón, en la mayoría de las funciones de nō, se suministra a los espectadores una sinopsis más o menos completa de las obras, y a veces también en inglés, aunque por supuesto los verdaderos aficionados acuden conociendo perfectamente la trama o llevando la versión en japonés moderno.

Para acabar, veamos los datos de la representación de Kantan que se muestra en los vídeos que iré insertando en los artículos de esta serie. La grabación se realizó el 22 de enero de 2006 en Sapporo.

Fecha y lugar de la acción
Lugar de la acción.......................... Kantan, población de China.
Fecha.......................................... no indicada.

Música
Coro formado por cuatro cantantes.
Intérpretes de flauta y tambores ko-tsuzumi, o-tsuzumi y taiko

Personajes y actores de la grabación
Shite....................... Rosei, un joven........................................................Kanze Yoshimasa
Waki...................... embajador imperial ................................................ Mori Tsuneyoshi
Aikyōgen................ posadera de Kantan.............................................. Nomura Mansai
Tsure (kogata)... ....una bailarina ...........................................................Okugawa Kōji
Wakizure................ porteador del palanquín (sin diálogo)..................Tateda Yoshihirō
Wakizure................ porteador del palanquín (sin diálogo)..................Norihisa Hideshi
Wakizure................ ministro imperial (con diálogo)      .........................Mori Shōtarō
Kōken......................un asistente que mueve el atrezo.

Ministros y porteadores
Debo indicar que en la traducción española de la obra, mencionada más arriba, se asigna a uno de los porteadores el diálogo del personaje que ofrece el elixir de la inmortalidad al joven protagonista cuando ya es rey. Sin embargo, con toda lógica, debe ser un ministro y no un sirviente quien aconseje semejante cosa al soberano. Seguramente, la causa de ese desliz es que ambos papeles están encarnados por un wakizure.

En esa traducción española, por otro lado, realizada por una verdadera especialista en literatura clásica japonesa a la que admiro, resulta chocante que sea un humilde porteador quien ofrezca el elixir de la inmortalidad a Rosei, ya convertido en rey, y no un ministro imperial. Lapsus los tenemos todos, y en ningún caso el cometerlos resta méritos a la extensa y valiosa labor de personas que llevan decenios divulgando entre nosotros la cultura japonesa con trabajos de un rigor incuestionable.

Esa escena entre el ministro y el rey Rosei la veremos dentro de cinco semanas en el clip 06 del artículo octavo de esta serie. Para demostrar que esa proposición que se hace al rey la realiza un personaje que no es el porteador del baldaquín, he insertado aquí un par de fotos extraídas del vídeo de la representación.

En la ilustración siguiente aparecen los dos porteadores que llevarán a Rosei en el esquemático palanquín hasta el país donde se convertirá en rey. 

Porteadores del baldaquín. Foto extraída de la grabación de la obra.

En la foto siguiente ya vemos a Rosei en su palacio imperial y los dos ministros, con sus gorros cortesanos, que le recomiendan beber el elixir de la inmortalidad.

La diferencia de vestimenta y tocado entre esos cuatro personajes es notoria, aunque uno de los actores interviene en dos papeles, como porteador y como ministro. En la función se aprecia perfectamente que los kimono de los “ministros” son distintos  de los que vestían los porteadores y, sobre todo, que llevan los característicos sombreros que solo usaban los aristócratas y cortesanos.

Los dos ministros frente al rey. Uno de ellos le ofrece el elixir de la inmortalidad. 
Foto extraída de la grabación de la obra.

Kogata
Un punto especialmente ambiguo es el que se refiere al personaje que encarna el kogata y que ejecuta una danza que veremos en el clip 08 del décimo artículo. En el teatro , el papel de kogata (a veces transcrito como kokata) suele ejecutarlo un niño, generalmente hijo de alguno de los actores que intervienen en la obra. 

De acuerdo con las teorías de Zeami, el padre del , el kogata puede representar muy adecuadamente personajes de niño o de individuos imperiales o de alto rango. Según él, los niños emanan un encanto muy especial. Se suele establecer una comparación entre la presencia en escena de un niño y un adulto con la belleza a punto de estallar de un capullo y la de la flor con sus pétalos ya totalmente aparentes, quizás demasiado.

En Kantan, el kogata baila una danza de estilo cortesano, dado que se supone que esa escena se desarrolla en el palacio donde reside el protagonista. En las traducciones que he mencionado, la de Tyler considera que el kogata es un “dancer” (puede ser hombre o mujer); la de Sieffert que es un “danseur” (masculino) y las de Waley de 1928 y Takagi de 2008 suponen que es un “niño bailarín”, seguramente por lo explicado sobre el sentido original del papel de kogata

Máscara y peinado del kogata en la representación del vídeo. 
Foto extraída de la grabación de la obra.

Sin embargo, para la representación grabada en el vídeo que iré insertando en esta serie, se decidió que ese papel lo llevara a cabo un actor maduro con experiencia. Seguramente, con eso se pretendía que su danza aportara "algo más" de lo que puede ofrecer un niño. 

Tal y como se aprecia en la fotografía anterior extraída de esa grabación:
  • Se aprecia que el papel de kogata lo realiza un actor que tenía unos 41 años en el momento de la grabación.
  • La máscara y adornos del peinado son femeninos.
  • Finalmente, el kimono interior que viste el actor también es de estilo femenino.
Hay que tener en cuenta que el baile de un niño y el de un adulto rezuman un perfume muy diferente, como nos explicaba Zeami. Ahí se encuentra un elemento que debe elegir cada actor.

Ya comenté en un artículo anterior que las danzas en el teatro suelen ser pausadas, sin apenas saltos, es decir, sus movimientos no exigen especial fuerza física, sino "simplemente" (y lo entrecomillo) ser capaces de proyectar la energía interior del personaje en ese momento.

Por todo ello, y sin extenderme más, me he decantado por considerar que, en la traducción que acompaña a la representación que veremos, el kogata encarna un personaje femenino, una bailarina, aunque en la versión francesa se dice que es un bailarín. 

En cualquier caso desde el punto de vista teatral, no literario, esa ambigüedad en el papel del kogata es un elemento más que contribuye a la creación de la atmósfera onírica de la obra. Pensemos que casi todo lo que acontece en ella es un sueño del joven Rosei.

Argumento
La trama de la obra es la siguiente:

Un joven parte de viaje en busca de un sentido para su monótona vida. Al llegar a un albergue en la población de Kantan, la posadera le ofrece una almohada milagrosa que permite ver el futuro. Nada más apoyar su cabeza en ella, el muchacho sueña que es coronado rey y que durante más de cincuenta años vive en un resplandeciente palacio de jade, en un país donde existe un elixir que proporciona la inmortalidad. Al despertar de su sueño se percata que ha transcurrido solo un momento, el justo para cocer el mijo de su cena. En un instante ha experimentado todos los acontecimientos de una larga vida pública. Convencido de que en este mundo al honor le sucede la desgracia y al halago la calumnia, decide regresar a su aldea.

Personajes principales
Aunque los puristas suelen preferir que en la traducción de una obra de teatro se indique el tipo de personaje y no su nombre, es decir shite en vez de Rosei o waki y no embajador imperial, yo he decidido emplear esta última alternativa, pues creo que para el lector resulta más clara.

Los personajes principales de la obra son: la posadera, en el mito original de nombre Ryōsen; Rosei, el muchacho viajero, y el embajador. Las siguientes fotos pertenecen todas a la grabación de la obra.

Eaikyōgen representa a la posadera. Foto extraída de la grabación de la obra.

El shite encarna a Rosei. Foto extraída de la grabación de la obra.

El waki encarna al embajador, durante el sueño de Rosei. Foto extraída de la grabación de la obra.

Otros personajes
Los otros papeles de la pieza son los dos porteadores del baldaquín (sin parte hablada) y los dos ministros. En la función, uno de esos porteadores también encarna al ministro que no tiene diálogo. El último personaje es el danzante, niño o bailarina según la versión.

Dos de los wakizure encarnan a los porteadores que acompañan al embajador en su visita a la posada donde duerme Rosei y que luego lo transportarán a su reino. Foto extraída de la grabación de la obra.

Los otros dos wakizure encarnan a los ministros. Aquí los vemos ante Rosei ya convertido en rey en su sueño. 
Foto extraída de la grabación de la obra.

El kogata, bailarina en la grabación y niño bailarín en algunas traducciones. 
Foto extraída de la grabación de la obra.

Ayudantes de escena
Un asistente que ayuda a Rosei con su vestuario y utilería.

Coro y músicos
En la obra interviene un coro formado por cuatro cantantes y otros tantos instrumentistas.

El coro formado por cuatro cantantes que, además de cantar, también recitan algunas partes del actor y
comentan lo que acontece. Foto extraída de la grabación de la obra.

En la ilustración siguiente los cuatro músicos aparecen colocados en el lugar y la posición, arrodillados o sentados, que les corresponde en un escenario tradicional, donde se ve la pared de fondo con el clásico pino. Los instrumentistas son: un flautista y tres percusionistas de tambores. Esa flauta travesera se llama en japonés fue o también nō-kan y es el único instrumento melódico de todos. Se toca estando arrodillado en el escenario.

De izquierda a derecha: taiko, ō-tsuzumi, ko-tsuzumi y flauta. Foto: Wikimedia Commons.

Los tres tambores son de diferente tamaño. El menor, denominado ko-tsuzumi, se percute sosteniéndolo con la mano izquierda sobre el hombro derecho. Otro tambor algo mayor, el ō-tsuzumi, se mantiene sobre la cadera izquierda. Los instrumentistas de ambos se sientan en sendos taburetes. El mayor de los tambores es el taiko, el único que se percute con baquetas estando arrodillado en el escenario.

Los intérpretes de ō-tsuzumi, a la izquierda, y ko-tsuzumi, a la derecha, también emiten gritos para
marcar el tempo. 
Foto extraída de la grabación de la obra.

DVD
A continuación muestro el enlace a la página de Amazon en Japón donde se puede comprar el vídeo de la grabación que incluyo en estos artículos. Es este.

Ha llegado el momento de ver la representación. El clip que inserto hoy es una especie de preludio musical que contribuye a crear la peculiar atmósfera de la obra. Son solo cuatro minutos en los que oiremos el casi punzante ritmo de los tambores puntuado por cortas frases de la flauta, y todo marcado por los gritos de los percusionistas que actúan a modo de referencia durante el desarrollo musical y escénico.

Clip 01: preludio-musical, duración 4 minutos, sin diálogos



Bien, esto ha sido solo una introducción musical, el ambiente ya está creado, pero como este artículo es ya muy extenso, prefiero dejar para la semana próxima el siguiente vídeo, donde asistiremos a la entrada en escena del primero de los actores, la posadera. Hasta entonces.

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