La pintura en el periodo Edo, los inicios de la policromía en el grabado ukiyo-e
Concluido la
semana pasada el
capítulo dedicado a los pioneros de
ukiyo-e,
vamos a continuar nuestro recorrido, más o menos cronológico, por la historia del
grabado japonés.
En Japón, el salto a la verdadera xilografía polícroma, no coloreada manualmente, se produjo en parte gracias a la afición por las estampas de
calendarios (denominadas e-goyomi) y felicitaciones estacionales o de año nuevo que se extendió entre diletantes
adinerados durante la segunda mitad del siglo XVIII. La solvencia económica de
esos aficionados les permitía encargar a artistas reconocidos obras que
acompañasen los poemas que ellos mismos creaban, eran los llamados surimono. Por otro lado, el estar
destinadas a un público elitista y minoritario daba la oportunidad a sus autores de investigar nuevas técnicas que hacían más vistoso su trabajo, algo que propició
la aparición del grabado polícromo gracias al perfeccionamiento del sistema de
marcas de referencia en las planchas que, como comenté la semana pasada, fue ideado por Okumura Masanobu.