Después de que en la anterior entrada hablara del mobiliario en las habitaciones de los ryokan,
hoy comenzaré el tema de las instalaciones centrándome en el sistema de calefacción y dejaré para el siguiente artículo el tratar de los baños.
La calefacción
Hasta no hace muchas décadas apenas existían en Japón radiadores
de calefacción ni tampoco estufas cerámicas parecidas a las centroeuropeas del siglo
XVIII. En las viviendas y en los ryokan se utilizaba un artilugio que curiosamente
era muy parecido a la mesa camilla española, aunque en su caso la mesita era de
patas muy bajas pues, como ya he comentado muchas veces, los japoneses no se sentaban en sillas, sino en el tatami.
Igual que en España, el sistema consistía en un brasero
situado debajo de una mesita cubierta con una especie de manta cuyos faldones llegaban
hasta el suelo, permitiendo así cubrir las piernas con ellos. De esa manera se mantenían calientes los pies, una de las partes el cuerpo más sensibles al frío. El nombre genérico del
hornillo usado en Japón es hibachi, y el de todo el conjunto, kotatsu.
Esos braseros podían ser metálicos o cerámicos, como el de la foto siguiente.
Hibachi cerámico. Foto: Wikimedia Commons.
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