El anterior artículo sobre los baños públicos en Japón lo
acabé hablando de los tatuajes, pero en el de hoy volveré a centrarme en la
arquitectura del ryokan, que, insisto, tiene mucho que ver con el resto de
las tipologías arquitectónicas residenciales japonesas.
Aunque soy consciente de que me repito, siempre es adecuado recordar
que en Japón la arquitectura y el jardín están indisolublemente asociados. A
poco que sea posible, las habitaciones principales de una vivienda se abren,
gracias a las correderas shōji, al exterior, a un jardín, aunque sea un
minúsculo patio. Eso mismo ocurre en los ryokan, adaptado
obviamente a su situación y a su nivel.
Una de las zonas del jardín del ryokan Hoshinoya de
Kioto. Foto de la web del ryokan.
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