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martes, 19 de mayo de 2015

Teatro japonés: la obra de nō "Kantan", IX

La representación de Kantan, VII
La semana pasada dejamos a Rosei recién llegado a su palacio, ahora simbolizado por el mismo sencillo atrezo que en la primera parte de la obra representaba su habitación. Ante él se encuentran dos ministros de la corte imperial, definidos por su característico gorro negro, y el kogata, el personaje danzante que en este caso, atendiendo a su máscara y peluca, representa una joven.

El fragmento que incluyo hoy es exclusivamente musical, con intervención del coro. En esta serie de artículos he incluido varios clips con solo música para que los oídos se vayan acostumbrando poco a poco a su estructura y desarrollo, ambos muy diferentes respecto a los de la música occidental.

 Las alusiones del coro al palacio de Abō y al paraíso budista las expliqué en el segundo artículo de esta serie. Veamos ya la traducción de lo que dice el coro antes de ver el clip.

Clip 07: coro, duración 3 minutos

Rosei se encuentra en la tarima, que ahora después de que un ayudante retira la almohada, simboliza el palacio imperial. Se arrodilla y el ayudante le ajusta el vestido.

Han entrado una bailarina y dos ministros imperiales. Todos se encuentran ya sentados a la izquierda  de la escena. En la grabación, esos dos ministros se distinguen claramente de los dos porteadores por llevar gorro y un kimono que cubre parcialmente sus pantalones blancos. Comento esto porque, en el vídeo, uno de esos actores encarnó en la escena anterior a uno de los personajes que acarreaban el palanquín.

Coro:
¡Qué majestuosa visión!
¡Qué majestuosa visión!
Por encima de las altas nubes,
con la clara luz de la Luna,
vislumbro el Palacio de Abō
y el pabellón del Dragón de las Nubes 
irradiando una luz deslumbrante.

 Con esta frase se evoca el palacio imperial de Abō, residencia del primer emperador de China en el III a .C.

Coro:

Su jardín está cubierto con arena de oro y plata.
En las cuatro direcciones,
puertas engalanadas con joyas 
reciben y despiden a personas
ataviadas con brillantes vestidos.
¿Será así el país donde reside Buda,
y que vigila Taishaku-ten,
y del que solo sabemos su nombre?

 Una referencia budista al paraíso del oeste de la Tierra Pura y a la divinidad que lo vigila. 




La semana próxima la dedicaré a otro de los aspectos imprescindibles en el teatro : la danza. Hasta entonces.

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