martes, 24 de octubre de 2023

La danza butō, 28

Hijikata Tatsumi, 4

"Nunca me he considerado un vanguardista. Si corres en una pista cerrada detrás de los demás, crees estar solo y ser el primero. Tal vez eso fue lo que me pasó." Hijikata Tatsumi

En el anterior artículo comenté el estreno, en 1959, de la que se considera primera obra de danza butō de la historia y hoy haré un pequeño paréntesis para ver en qué entorno artístico se movía Hijikata entre finales de los años cincuenta y los sesenta. En esa época, Tokio era un hervidero de movimientos vanguardistas en todas las especialidades.

Al poco de instalarse definitivamente en la capital de Japón, Hijikata empezó a frecuentar los ambientes más inquietos de la ciudad. En las postrimerías de la década de los cincuenta ya había establecido vínculos, algunos muy estrechos, con artistas de otras especialidades, contactos que le ayudaron a conformar la personal visión coreográfica y escénica de sus obras.

En concreto, además de a otros artistas plásticos que comentaré enseguida, en esa época conoció a dos personalidades de gran nivel: el escritor Mishima Yukio (1925-1970) y el fotógrafo Hosoe Eikō (1933-), con los que forjó una buena amistad.

Hijikata y Hosoe Eikō

El primer encuentro de Hijikata con el por entonces veinteañero fotógrafo Hosoe Eikō (1933-) se produjo cuando este estuvo presente en la única representación de Kinjiki. A partir de ese momento, la relación entre ambos fue muy estrecha, como corroboran las numerosas fotos que realizó del coreógrafo y por su trabajo conjunto en álbumes como el histórico Kamaitachi.

La noche del 25 de mayo de 1959, Hosoe Eikō asistió al estreno de una obra de Hijikata, titulada Kinjiki, incluida en el festival organizado por la Asociación de Danza Artística de Todo Japón. Por entonces, Hosoe ya había fotografiado a muchos bailarines, pero lo que contempló ese día no lo había visto nunca en un escenario. Kinjiki, de la que he hablado en el anterior capítulo, se basaba en la novela del mismo título que Mishima había publicado en 1953, pero que no se conoció en Occidente hasta 1968, cuando se lanzó la primera traducción inglesa. 

Hosoe Eikō: fotografía del álbum Hombre y mujer, 1960. 
Foto: web del Museo de Arte Moderno de San Francisco, SFMOMA.

martes, 10 de octubre de 2023

La danza butō, 27

Hijikata Tatsumi, 3 

“Estudié con Andō Mitsuko, considero a Ōno Kazuo un hermano y adoro a San Genet.” Hijikata Tatsumi

En el anterior artículo vimos los comienzos de Hijikata y su relación con el entorno agrario de su región natal en el norte de Japón. También supimos que Hijikata Tatsumi adoptó este nombre artístico en 1958 y que en mayo del siguiente año estrenó la que se considera primera obra de butō de la historia. Toda esta entrada la dedicaré a esa representación.

En esa época, Hijikata estaba desencantado con la danza que se hacía en Japón, una simple copia de la occidental, y buscaba afanosamente un lenguaje dancístico nipón. Para ello prefirió inspirarse en movimientos que no fueran artificialmente artísticos, sino naturales, incluso toscos, alejados de cualquier refinamiento y casi siempre muy apegados al terreno. Esto último era algo consustancial a la manera de sentase del pueblo japonés en el suelo de tatami, nunca en una silla. Toda esa gestualidad la podía observar en los lugareños del entorno rural de su Akita natal, tanto cuando trabajaban en el campo como cuando descasaban de sus labores.

El cuerpo humano siempre fascinó a Hijikata, en especial el de los aldeanos de la región donde pasó su juventud. Una de las características de esos grajeros especializados en el cultivo de arroz eran sus piernas curvadas (ganimata) y la forma de andar (nanba): desplazando hacia delante a la vez la mano y pierna del mismo lado. Esos gestos fueron la semilla de la que nacieron los característicos movimientos de sus coreografías, como veremos en los diferentes videoclips que iré insertando a medida que presente sus obras.

El color prohibido (Kinjiki), 1959

El 25 de mayo de 1959, la Asociación de Danza Artística de Todo Japón (Zen nihon geijutsu buyō kyōkai), más tarde llamada Asociación de Danza Contemporánea (Gendai buyō kyōkai), organiza en el Dai-ichi Seimei Hall de Tokio un festival, dedicado a jóvenes promesas, en el que Hijikata presenta su obra Kinjiki, la primera pieza de butō de la historia. Su duración no alcanzó los quince minutos.

Ōno Yoshito y Hijikata Tatsumi en un ensayo de Kinjiki, 1959.
En esta fotografía se ve que Hijikata aún no se había rapado la cabeza para el estreno.
Foto de Ōtsuji Kiyoji, Archivo Hijikata Tatsumi, Centro de Arte de la Universidad de Keiō, Tokio.