martes, 19 de diciembre de 2023

La danza butō, 32

Hijikata Tatsumi, 8

“El butō es un cuerpo muerto que intenta erguirse desesperadamente.” Hijikata Tatsumi

En el anterior artículo empecé a comentar la obra de Hijikata Veintisiete noches para cuatro estaciones y mencioné un poco de pasada el tema de sus libros de notas. Entonces dije que dejaba para hoy el hablar de la primera de sus cinco piezas: Historia de la viruela (Hōsōtan).

Así pues, en esta entrada me voy a centrar únicamente en esa obra por varios motivos. Primero porque en ella se incluye un paradigmático solo de danza bailado por el propio Hijikata. Y segundo porque es la única de la que existe una grabación, aunque incompleta, con el sonido original.

La siguiente fotografía es de una obra poco conocida que bailó Hijikata en 1970. Su título era Honegami tōge hotoke kazura (muy libremente traducido al español como La vid de la muerte) y se basada en la novela homónima de 1969 de Nosaka Akiyuki (1930-2015). Ese trabajo, sin duda ayudado por el argumento del relato de Nosaka, le sirvió para acabar de definir su particular visión de la enfermedad y decrepitud humanas, un tema que plasmó de forma magistral en Historia de la viruela que comento enseguida 

Hijikata Tatsumi en la obra Honegami tōge
hotoke kazura
, 1970. Foto: Hosoe Eikō.

martes, 5 de diciembre de 2023

La danza butō, 31

Hijikata Tatsumi, 7

“Abordar el butō como mero movimiento, como simple expresión, es tan absurdo como utilizar un cuenco budista de meditación como recipiente de comida.” Hijikata Tatsumi

Los cuencos de origen tibetano que se emplean como gong en las ceremonias budistas se llaman en japonés rin gong. Foto: Wikimedia Commons.

El anterior artículo se dedicó integralmente a comentar una obra capital de la historia del butō y hoy seguiremos viendo el trabajo de Hijikata en lo que se ha denominado su tercer y último periodo como bailarín. Recordemos que a partir de 1974 dejó de aparecer en escena para concentrarse en coreografiar y dirigir a otras compañías. En los artículos consagrados a Ōno Kazuo, el 22 y siguientes, ya vimos sus colaboraciones con este.

Tercer periodo, 1969-1973

Hijikata Tatsumi, quizás a principios
de los años ochenta.
Foto sin datos de fuente desconocida.
Después de unos cuatro años de inactividad como bailarín, Hijikata regresa al escenario con un amplio espectáculo, Veintisiete noches para cuatro estaciones, cuyo título alude a los 27 días en que se realizaron sus representaciones. En esa época ya se le considera una verdadera personalidad en el mundo de la danza y el teatro. A diferencia de sus primeras obras de principios de los años sesenta, ahora las entradas para ver sus coreografías se agotan rápidamente y los medios de comunicación le prestan una notable atención.

Veintisiete noches para cuatro estaciones (Shiki no tame no nijūnana ban), 1972

Del 25 de octubre al 20 de noviembre de 1972, Hijikata presenta en sesiones de madrugada en el Teatro Shinjuku Bunka, en realidad una sala de cine, una compleja obra titulada Veintisiete noches para cuatro estaciones (Shiki no tame no nijūshichiban) formada por cinco piezas denominadas Hōsōtan, Susamedama, Gaishikō, Nadare ame y Gibasan. Más tarde, ese tipo de obras se denominó Tōhoku kabuki.