Un libro excepcional sobre la arquitectura residencial japonesa
Traigo
hoy un libro, recién salido al mercado, que considero fundamental en la
bibliografía sobre arquitectura japonesa publicada en español. Su título es La casa japonesa y su autor, Nakagawa Takeshi. La editorial Reverté lo publicó, en febrero de este 2016, dentro de la colección "Documentos de Composición Arquitectónica" en colaboración con el Departamento de Composición Arquitectónica de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid.
Se trata de un libro fundamental, como he dicho, por varios motivos. En primer lugar, porque su autor es un verdadero experto en el tema, doctor en historia de la arquitectura y catedrático, hasta el mes de julio del pasado 2015, de la prestigiosa Universidad de Waseda en Tokio, en la que sigue manteniendo su laboratorio. Esos méritos ya serían suficiente garantía de calidad, sin embargo, no pocas veces un buen original se ha echado a perder por una mediocre edición y una insolvente traducción.
Se trata de un libro fundamental, como he dicho, por varios motivos. En primer lugar, porque su autor es un verdadero experto en el tema, doctor en historia de la arquitectura y catedrático, hasta el mes de julio del pasado 2015, de la prestigiosa Universidad de Waseda en Tokio, en la que sigue manteniendo su laboratorio. Esos méritos ya serían suficiente garantía de calidad, sin embargo, no pocas veces un buen original se ha echado a perder por una mediocre edición y una insolvente traducción.
Traducir textos como el que comento, en el que
aparecen conceptos y vocablos propios de la arquitectura que, además, responden
a tradiciones y técnicas tan diferentes de las
nuestras como son las japonesas, es francamente difícil. Pues bien, puedo
garantizar que en la versión española del libro de Nakagawa Takeshi La casa japonesa, realizada por Nadia
Vasileva, confluyen todos los factores que han hecho posible esta modélica
edición.
La traducción
española y el epílogo del volumen los ha realizado la arquitecta Nadia
Vasileva, quien precisamente bajo la dirección del doctor Nakagawa, fue
investigadora en el Laboratorio de Historia de la Arquitectura en la
Universidad de Waseda en Tokio. Actualmente, Vasileva es doctoranda en la
Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, donde
es docente José Manuel García Roig, autor del prólogo al libro.
Dicho
esto, voy a centrarme en el contenido de La casa japonesa del profesor Nakagawa, para dar una idea a su hipotético
lector o comprador de qué es lo que encontrará en su interior. El volumen consta de
311 páginas ilustradas con 240 ilustraciones y fotografías, casi todas en
color. Este último detalle es importante, pues el texto trata de aspectos,
elementos y técnicas de la arquitectura tradicional japonesa, inexistentes en la
occidental, que en muchos casos resultarían casi imposible de comprender sin su
representación gráfica, ya sea mediante un dibujo o una fotografía.
Prácticamente, cada rasgo o concepto constructivo que se menciona en el libro tiene su reflejo en
alguna ilustración. En este sentido, la labor de Vasileva para completar sus ya
abundantes fotos propias ha sido decisiva.
El cuerpo
central del volumen, escrito por Nakagawa, está perfectamente arropado por el
prólogo de García y el epílogo de Vasileva.
En su
prólogo, José Manuel García comenta de forma concisa y precisa los primeros
contactos entre el arte japonés y el occidental, para enlazar rápidamente con la experiencia arquitectónica que vivieron en Japón, primero, Frank Lloyd Wright y, más tarde, Bruno Taut y Walter Gropius, cuando estos descubrieron la Villa de Katsura en Kioto, paradigma del estilo residencial japonés.
El
epílogo de Nadia Vasileva es el colofón perfecto del libro, pues tras la mirada
retrospectiva de García en su introducción histórica y los constantes y lúcidos
flashback del profesor Nakagawa,
Vasileva se adentra en el hábitat nipón contemporáneo para mostrarnos algunas
claves de la que denomina “identidad cultural de los hechos arquitectónicos”
japoneses.
No dude
el lector que en el texto de Nakagawa descubrirá una infinidad de conceptos,
técnicas y simbolismos presentes en la casa japonesa que le sorprenderán por su
aplastante lógica constructiva en unos casos y por su insospechado significado
en otros. Uno a uno, el autor va desgranando los diferentes elementos de la casa japonesa,
y en todos ellos siempre va más allá de la simple descripción o justificación
arquitectónica. Ese es otro de sus méritos, el mostrarnos que hay vida más allá
de la arquitectura.
Los
capítulos del texto de Nakagawa son estos:
Espacios de transición
Divisiones
Ambientes
Componentes
Accesorios
Materiales
Símbolos
Divisiones
Ambientes
Componentes
Accesorios
Materiales
Símbolos
Su
trabajo concluye con una breve conclusión y un glosario, muy bien acompañado de
ilustraciones.
Uno de
los aspectos que más me han seducido del
texto del profesor Nakagawa es la humilde franqueza
con que aborda la explicación de temas constructivos de los que no existe
constancia del por qué se ejecutaron de una determinada manera. En esos casos,
especialmente cuando la arquitectura japonesa es vista por occidentales, muchos
autores se embarcan en alambicadas y casi siempre crípticas explicaciones. No
sucede eso en La casa japonesa.
Permítaseme una anécdota personal.
Estaba yo en la página 61, leyendo pausadamente la explicación de Nakagawa sobre el sencillo
peldaño de piedra situado justo frente la entrada al shoin antiguo de Katsura. Las precisas y metódicas descripciones de
sus medidas, forma y textura, perfectamente ilustradas con dos fotografías, me permitían rememorar mis visitas a la villa de Kioto.
Nakagawa me hablaba de diálogo de formas, de armonía, de exquisitez, de delicadeza. Pero en el último párrafo (página 63), reconociendo con modestia que quizás todo se debiera a “una consideración más prosaica” el profesor me despertó de mi ensoñación, diciéndome, quizás en voz baja, que la sutil curvatura de ese peldaño de piedra, esa que, gracias a su interpretación, provocaba tan poéticas evocaciones en mi mente, podía ser solo fruto de la decisión de “permitir que la lluvia y el agua con la que se rocía en verano para refrescar resbalen de forma natural”.
Nakagawa me hablaba de diálogo de formas, de armonía, de exquisitez, de delicadeza. Pero en el último párrafo (página 63), reconociendo con modestia que quizás todo se debiera a “una consideración más prosaica” el profesor me despertó de mi ensoñación, diciéndome, quizás en voz baja, que la sutil curvatura de ese peldaño de piedra, esa que, gracias a su interpretación, provocaba tan poéticas evocaciones en mi mente, podía ser solo fruto de la decisión de “permitir que la lluvia y el agua con la que se rocía en verano para refrescar resbalen de forma natural”.
Disculpe
el lector si me he excedido en mi comentario sobre los precisos argumentos del
profesor Nakagawa. Seguramente no sea demasiado adecuado para un libro sobre
arquitectura que metódicamente desgrana uno a uno los rasgos de la casa
japonesa tradicional. Pero, al fin y al cabo, un libro es un libro, y el enseñar
deleitando es una capacidad que poseen muy pocos. Sin duda es otra de las
virtudes de Nakagawa-san. Muchas gracias, profesor.
Datos del libro:
Autor: Nakagawa Takeshi
Título: La casa japonesa
Editorial: Reverté
Páginas: 311, 16,5 x 24 cm
Precio: 29,50 euros
El libro puede comprarse en cualquier librería, en la editorial Reverté, así como en Amazon.
Datos del libro:
Autor: Nakagawa Takeshi
Título: La casa japonesa
Editorial: Reverté
Páginas: 311, 16,5 x 24 cm
Precio: 29,50 euros
El libro puede comprarse en cualquier librería, en la editorial Reverté, así como en Amazon.