El teatro japonés moderno, el “nuevo teatro” o shingeki. El Tsukiji Shōgekijō, II
Tras la presentación que hice en el anterior artículo del Pequeño Teatro de Tsukiji y sus promotores, Osanai Kaoru y Hijikata Yoshi, hoy hablaré de las piezas que montaron a partir de la inauguración de su flamante sede en Tokio.
Tras la presentación que hice en el anterior artículo del Pequeño Teatro de Tsukiji y sus promotores, Osanai Kaoru y Hijikata Yoshi, hoy hablaré de las piezas que montaron a partir de la inauguración de su flamante sede en Tokio.
El repertorio del Pequeño
Teatro de Tsukiji o Tsukiji Shōgekijō
Las visiones que Osanai y Hijikata tenían del teatro eran diferentes pero complementarias. El primero buscaba los aspectos psicológicos
y naturalistas de las obras, el segundo prefería centrarse en sus rasgos expresionistas y políticos.
Muestra de esos dos enfoques fue la sesión con la que se inauguró su flamante sala, el 14 de junio de 1924, y en la que se ofrecieron tres piezas en un acto dirigidas por ambos.
Osanai montó El canto
del cisne de Chéjov, un verdadero tour
de force para dos actores que trata de la conversación, tras una función, de un viejo actor en decadencia con su apuntador. La segunda obra, dirigida por Osanai, fue La folle journée de
Émile Mazaud (1884-1970), título traducido al japonés como Las vacaciones y cuya trama relata el encuentro en la vejez de dos
antiguos amigos que se hallan en situaciones muy diferentes; mientras uno lleva una vida confortable, el otro apenas puede sobrevivir.
Las siguientes cinco ilustraciones de este artículo se han
extraído del libro de Catherine Hennion: La
Naissance du théâtre moderne à Tōkyō (1842-1924). Montpellier:
L’Entretemps, 2009.
El canto del cisne de Chéjov, dirigida por Osanai. Pequeño Teatro de
Tsukiji, representación inaugural del 14 de junio de 1924. Foto del libro mencionado. |
Por su parte, en esa misma sesión inaugural, Hijikata montó La batalla naval de Reinhard Goering (1887-1936), una obra que se
desarrolla en la cubierta de un buque durante la primera guerra mundial. El
punto álgido de su texto se produce cuando dos marinos conversan sobre el
concepto de paz y la posibilidad de amotinarse por el bien de la humanidad.
La batalla naval de Reinhard Goering, dirigida por Hijikata. Pequeño Teatro
de Tsukiji, representación inaugural del 14 de junio de 1924. Foto del libro mencionado. |
A mediados de los años veinte, Osanai se concentró en
dirigir obras de autores europeos que consideraba clásicos, como Ibsen y Chéjov.
Este último le recordaba las representaciones de Meyerhold que pudo ver
Moscú. En sus puestas en escena de Las
tres hermanas, El jardín de los
cerezos y El tío vaina, Osanai no cesaba de
profundizar en su estudio del dramaturgo ruso. Las ilustraciones siguientes son
de dos de esas producciones.
Las tres hermanas
de Chéjov, dirigida por Osanai. Pequeño Teatro de Tsukiji, mayo de 1924.
Foto del libro mencionado.
|
El jardín de los cerezos de Chéjov, dirigida por Osanai. Pequeño Teatro de
Tsukiji, febrero de 1925. Foto del libro mencionado. |
Por su parte, Hijikata prefería el expresionismo de los
alemanes Reinhard Goering o Georg Kaiser (1878-1945), de quien en 1924 dirigió Del alba a medianoche, con escenografía y vestuario constructivistas realizados por el pintor Murayama Tomoyoshi
(1901-1977), quien creó un decorado con plataformas a varios niveles por donde
deambulaban los actores.
Del alba a medianoche de G. Kaiser, dirigida por Hijikata y con
escenografía de Murayama. Pequeño Teatro de Tsukiji, diciembre de 1924. Foto del libro mencionado. |
Osanai y Hijikata, a pesar de sus diferentes planteamientos
escénicos, lograron colaborar amigablemente durante años, llegando incluso a intervenir
ambos en una misma obra. Ese fue el caso del Peer Gynt de Ibsen, uno de sus mayores éxitos.
La primera etapa del Pequeño Teatro de Tsukiji se cerró con
el fallecimiento de Osanai el 25 de diciembre de 1928. En sus algo más de cuatro años de vida, subieron a su escenario ciento doce
obras, cuarenta y tres dirigidas por Osanai, cuarenta dos por Hijikata y
veintisiete por el tercer pilar de la compañía, Aoyama Sugisaku (1891-1956); un
balance que certifica la enorme labor realizada por un emblemático teatro
comprometido con el arte y la sociedad.
En sus últimos años, Osanai dirigió una serie de piezas
basadas en acontecimientos relacionados con el ambiente prebélico que comenzaba
a respirarse en Japón. Algunas se basaban en la guerra ruso-japonesa de 1905.
En ellas, el personaje del general Nogi Maresuke (1849-1912) siempre se erigía
como el representante más emblemático del patriotismo japonés. En la vida real, Nogi se
había suicidado, junto con su mujer, cuando conoció la muerte del emperador
Meiji.
Uno de esos montajes, realizado en noviembre de 1927 en el
Kabuki-za por Osanai , fue La batalla de
Mikasa, obra escrita por él mismo e interpretada por Ichikawa Sadanji II. En ella se recordaba, no sin cierta nostalgia, aquella guerra contra Rusia finalizada hacía
ya más de dos décadas. La ilustración siguiente corresponde a una representación de esa obra.
Las restantes fotografías que se insertan en este artículo
pertenecen al libro de James R. Brandon: Kabuki’s
Forgotten War, 1931-1945. Honolulu: University of Hawai’i Press, 2009.
En otras ocasiones la mirada de los autores se dirigía hacia
Europa. Ese fue el caso de Musolini, pieza
también escrita por Osanai y estrenada en el teatro Meiji-za de Tokio en mayo
de 1928. Una vez más, el personaje protagonista lo interpretó Ichikawa Sadanji
II, quien tenía como antagonista a Ichikawa Ennosuke II (1888-1963) en el papel del
socialista Giacinto Serrati. Osanai había conocido a Musolini en Roma, durante su viaje de regreso de Rusia, a donde había sido invitado en 1927.
Dentro de quince días continuaré hablando del teatro shingeki durante los años treinta del siglo XX y de la aparición de nuevas compañías japonesas.
Twittear Seguir a @JavierVivesRego
¿Estas interesado en el teatro japonés?, pues busca mi libro El teatro japonés y las artes plásticas. En él hablo de mucho más que de teatro. Leyéndolo descubrirás el trasfondo cultural que existe detrás de todas las artes del Japón tradicional.