martes, 9 de mayo de 2023

La danza butō, 16

Los pioneros de la danza moderna japonesa, 7 

En el artículo anterior hablé de Eguchi Takaya, quien entre 1930 y 1960 seguramente fue el bailarín-coreógrafo más importante en la escena dancística nipona por su importante labor de transmisor de las nuevas tendencias nacidas en Occidente.

Cuando comenté su obra, mencioné de pasada que, en 1929, Eguchi se trasladó de su ciudad natal a Tokio para entrar en el instituto de danza que Takata Masao y su mujer Hara Seiko dirigían en la capital nipona. Veamos ahora quienes eran estos dos artistas.

Takata Masao (1895-1929)

Takata Masao, cuyo verdadero nombre era Nakamura Teruyoshi, fue un bailarín de escuela clásica que en 1913 obtuvo una plaza en la compañía de ballet del Teatro Imperial de Tokio, dirigida por el italiano Giovanni Vittorio Rosi (1867-1940), y al año siguiente ascendió al nivel de primer solista. 

Cuando se disuelve el departamento de ópera y danza de esa institución en 1916, Takata se integra en la compañía que Rosi crea en el pequeño Teatro Real situado en el barrio tokiota de Asakusa, sala que también tiene que cerrar en febrero de 1919. En mayo de ese año, Takata ingresa junto con su esposa Hara Seiko en la denominada ópera de Asakusa. De ese periodo hablaré dentro de dos artículos (en el 18).

Hara Seiko hacia 1930.
Foto: Wikimedia Commons.

Takata Masao hacia 1930.
Foto: Wikimedia Commons.

Hara Seiko (1895-1977)

Hara Seiko accede a la que actualmente se conoce como Universidad de las Artes de Tokio, pero muy pronto abandona los estudios para entrar en el mencionado Teatro Imperial de Tokio dirigido por Rosi. Allí permanece hasta 1916, cuando se clausura su sección de ballet. En ese momento, crea una pequeña compañía con Takata Masao, con quien se casa en 1918, por lo que cambia su apellido de soltera por el de su marido.

Dos fotos de Takata (Hara) Seiko, c 1930. Foto: cortesía de Yamada Nanako en la web The Dance Enthusiast.

En agosto de 1920, los Takata cooperan con otros artistas en la creación de la Gran Compañía de Ópera Negishi, bajo el patrocinio de Negishi Yoshitosuke (1892-1977), uno de los fundadores de la ópera de Asakusa y del que hablaré dentro de un par de artículos.

En 1922, Takata y su esposa viajan a Francia y luego a Estados Unidos para ampliar sus estudios de ballet clásico. A su regreso, a finales de 1924, fundan el Instituto de Danza Takata Masao, que cuando fallece Masao cambia de nombre a Takata Seiko.

Una de las obras más célebres de Takata Seiko es Madre, estrenada en 1938. Su coreografía, de solo cinco minutos de duración, la reconstruye en el año 2014 una de sus alumnas, Yamada Nanako, empleando música de Chopin.

Kaori Kagaya en Madre, reconstrucción de 2014.
Foto: web de la Asociación de Danza Contemporánea de Japón.

En 1939 se nombra a Takata Seiko, junto con Ishii Baku, miembro del jurado del Premio de Arte Coreano, una distinción que se otorga cada año hasta 1945 para promover el arte japonés durante la época colonial. Cuando concluye la contienda, en 1945, se asocia con Yamada Gorō (1907-1968) para crear la Compañía de Danza Takata-Yamada.

En su juventud, Yamada Gōrō estudió teatro y danza japonesa, al tiempo que en 1924 entró a trabajar en el Pequeño Teatro Tsukiji, del que hablé en este artículo hace ya tiempo. En 1926 se trasladó a Europa y Estados Unidos y a su regreso, dos años más tarde, creó su Instituto de Danza Yamada Gorō, en cuyas clases incorporaba elementos de danza occidental en la del teatro . 

Masumura Katsuko (¿-?) y Andō Mitsuko (1910-1984)

En los años treinta del siglo XX, Masumura Katsuko y Andō Mitsuko, ambas discípulas de Eguchi Takaya e Ishii Baku, también estudian en Alemania con Mary Wigman y Rudolf Steiner. Cuando regresan a Japón crean su compañía de danza y abren su propio estudio, hoy día llamado Instituto de Danza Andō Noriko. En su escuela de Akita fue donde Hijikata Tatsumi, uno de los padres del butō, entró como alumno en 1946. 

Portada del programa del espectáculo Dancing Heels formado
por varias obras, dirigidas por Andō Mitsuko, en las que participaron
Ōno Kazuo y Hijikata Tatsumi. Hibiya Public Hall de Tokio, 1954.
Foto: web de la librería Fūsensha, Tokio. https://fusensha.ocnk.net/

Con ellos se cerraba el círculo de una de las influencias que recibió el butō. Otros influjos no específicamente dancísticos, pero no menores, fueron los literarios, de Genet y Artaud, y los del mundo de la plástica, del expresionismo, surrealismo o dadaísmo.

Con esto finalizo este artículo, que por una vez no es demasiado largo. En el siguiente hablaré del ambiente teatral que se respiraba en Tokio en los años veinte y treinta del siglo XX.