Clip 06: embajador y Rosei, duración 5 minutos
Continuación del clip-05 sin solución de continuidad.
... busqué refugio de una lluvia repentina.Todavía con el sol en lo alto,dormitar un pocoen este albergue del camino,me permitirá soñarsobre la almohada de Kantan,sobre la almohada de Kantan.
Rosei apoya la cabeza en la almohada y se cubre la cara con el abanico chino.Aparecen los personajes de sus sueños: primero el mensajero o embajador imperial; luego, tras él, dos portadores acarrean un palanquín simbolizado por un esquemático atrezo. El mensajero se dirige hacia Rosei y golpea dos veces con su abanico el suelo cerca de la almohada. Rosei de levanta.
Oídme, Rosei. Debo hablaros.
¿Quién sois?
Soy un mensajero que ha venido para deciros que el emperador del reino de So os cede su trono, a vos, Rosei.
No puede ser, ¿yo coronado rey? ¿Cuál es el motivo de tal decisión?
¿Cómo podría saber yo las razones, señor? (alza la vista). No hay duda de que estaba escrito en vuestro destino. Rápido, os lo ruego, subid ya al palanquín. (vuelve a hacer una reverencia).
Qué me está pasando. No estoy habituado a palanquines que resplandecen como el rocío del atardecer.
Nunca imaginó que sucediera esto...
Siento que asciendo al cielo, …
.. así lo sentiréis.
Los dos porteadores se sitúan delante de la tarima donde está Rosei, quien baja para colocarse en el centro de la escena. Allí, los porteadores mantienen por encima de Rosei el atrezo que representa el baldaquín. Los tres personajes se sitúan detras él. Los cuatro dan dos pasos hacia adelante y otros tantos hacia atrás que simbolizan un largo viaje. Los porteadores se retiran por la parte trasera de la escena (en el caso de un escenario tradicional sería por la puerta pequeña).
Subido en el palanquín de jade,subido en el palanquín de jade.Según la ley de Buda,la gloria en este mundo no es másque un sueño pasajero.Sin saber que es un sueño,asciende más allá de las nubes.
En referencia al trato hacia los reyes chinos, a quienes se les solía llamar “vos por encima de las nubes”.
¡Qué prodigio!
El embajador abandona lentamente la escena por la parte trasera.
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