martes, 29 de diciembre de 2015

Pintura moderna japonesa: la pintura yōga del periodo Taishō, III

La pintura moderna japonesa en el periodo Taishō, Umehara Ryūzaburō 
Como indiqué hace dos semanas, hoy continuaré hablando de artistas de la pintura japonesa de estilo occidental activos durante el periodo Taishō (1912-1926).

De la misma manera que en su día comparé las vidas de Kishida Ryūsei y YorozuTetsugorō, hoy comentaré la obra de Umehara Ryūzaburō, un pintor que también suele asociarse con otro, Yasui Sōtarō, de quien hablaré en el siguiente artículo.

Ambos artistas nacieron en Kioto y en el seno de familias de comerciantes. Ambos acudieron al mismo instituto para estudiar pintura occidental y tuvieron el mismo profesor. Ambos se trasladaron a París en la misma época. Finalmente, ambos impartieron clases en la Escuela de Bellas Artes de Tokio tras la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, a pesar de todas esas coincidencias, sus respectivas obras fueron muy diferentes, tanto como su forma de ser: Umehara era elegante y refinado; Yasui, descuidado y sencillo.

Umehara Ryūzaburō (1888-1986)
Umehara Ryūzaburō estudió en el taller de Asai Chū antes de marchar a París en 1908, donde conoció a Renoir y Picasso, entre otros. Precisamente, el pintor malagueño le recomendó que viajara a España para familiarizarse con un tipo distinto de luz. En 1913 regresó a Japón.

Uno de los rasgos más evidentes de la obra de Umehara es su fuerte cromatismo, una característica que algunos especialistas consideran que es una influencia del ambiente que se respiraba en el negocio de su familia en Kioto, un local donde se realizaba el teñido y estampado de telas para kimono.

Tal y como manifestó él mismo varias veces, Umehara quedó muy pronto prendado del color y optimismo que desprendían los cuadros de Renoir, de quien fue pupilo y admirador incondicional; algo parecido a lo que le ocurrió cuando conoció los murales de Pompeya, lugar que visitó en 1912 por recomendación de su maestro francés. Los frescos de Pompeya, que copió y estudió in situ, le inspiraron una serie de obras que tituló Narciso. Una de ellas se reproduce en la ilustración siguiente.

Umehara Ryūzaburō: Narciso, 1913, óleo sobre tela, 75x59 cm. 
Museo Nacional de Arte Moderno de Tokio. 
Foto en Japan & Paris. Impressionism, Postimpressionism and the Modern Era
Honolulu Academy of Arts, 2004

Las figuras de Umehara no pueden negar la influencia de Renoir. Incluso él mismo escribió: “Últimamente, no sé bien cuánto de mi obra es mío y cuánto es de Renoir”. Una duda que puede resolverse contemplando el óleo de la ilustración siguiente. A diferencia de Yorozu, de quien hablé en el artículo anterior, Umehara fue fiel a un único estilo que fue depurando y refinando a lo largo de su extensa carrera.

Umehara Ryūzaburō: Desnudo parcial, 1913, óleo sobre tela, 51x41 cm. 
Museo Nacional de Arte Moderno de Kioto. 
Foto en The Dream of a Museum, 120 years of the concept of the “bijutsukan” in Japan. 
Museo de Arte de la prefectura de Hyōgō, 2002.

Cuando Umehara visitó Pekín en 1939, quedó impresionado por la prestancia de los edificios de la ciudad. A partir de los apuntes que tomó durante su estancia en China, una vez en su país, pintó numerosos óleos donde dominaban el rojo y verde aplicados con vigorosas y espesas pinceladas, algo que se aprecia en la ilustración siguiente.

Umehara Ryūzaburō: El palacio de Tzu-chin-ch’eng, 1940, 
óleo sobre tela, 59x45 cm. Fundación Eisei bunko, Tokio. 
Foto en Penelope Mason: History of Japanase ArtPearson Prenticer Hall, 2004.

En la última etapa de su vida, Umehara intentó fusionar las posibilidades de su paleta impresionista con las de los pigmentos tradicionales japoneses. Para ello, no dudó en mezclar ambos medios en busca de nuevos efectos. De esa época es la obra de la ilustración siguiente, unos años durante los cuales el artista realizó un giro radical en su obra. Fue entonces cuando abandonó su temática preferida, la figura humana, para dirigir su mirada al paisaje.

Umehara Ryūzaburō: El volcán Asama en otoño, 1959, 
temple sobre papel, 22x31 cm. Museo Municipal de Arte de Kioto. 
Foto en 100 Masterpieces from the Permanent
Collection del Kyōto Municipal Museum of Art
, 2000

En el próximo artículo, dentro de dos semanas, hablare del mencionado compañero de Umehara: Yasui Sotarō.

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