Arte moderno japonés:
Gutai, IV
Hace quince días vimos las dos acciones que Murakami y
Shiraga realizaron en la “Primera exposición de arte Gutai”. Hoy continuaré
hablando de esa muestra comentando unas pocas obras que otros artistas del
grupo presentaron en el Ohara kaikan de Tokio en octubre de 1955.
“Primera exposición de arte Gutai”, 1955, segunda parte
Empezaré por un artista radical que en estos comienzos se
planteó cómo hacer partícipe al espectador en su obra: Shimamoto Shōzō.
Shimamoto Shōzō: Obra sobre la que andar
En
una de las salas del Ohara kaikan, Shimamoto Shōzō (1928-2013) presenta un par de objetos a
los que da el nombre de Obra sobre la que andar y Obra para
atravesar. Con esos títulos, el artista busca
motivar al visitante para que camine sobre ellos y experimente sensaciones
inesperadas. Para conseguirlo, en el primero coloca unas planchas de madera que
basculan de manera diferente según se pisen y en el segundo crea una superficie de forma muy irregular.
De esa manera, Shimamoto pretende que cuando una persona deambule por encima de ambos perciba cierto grado de incertidumbre ante la duda de lo que sucederá al realizar el siguiente paso. El tacto y el sentido del equilibrio se ponen a la misma altura que el de la vista, el único que suele utilizarse cuando se visita una exposición de arte convencional.
De esa manera, Shimamoto pretende que cuando una persona deambule por encima de ambos perciba cierto grado de incertidumbre ante la duda de lo que sucederá al realizar el siguiente paso. El tacto y el sentido del equilibrio se ponen a la misma altura que el de la vista, el único que suele utilizarse cuando se visita una exposición de arte convencional.
Shimamoto
Shōzō: Obra sobre la que andar y Obra para atravesar, 1955. Ohara kaikan, Tokio.
Foto en Françoise Bonnefoy (ed.): Gutai. París: Galerie Nationale du Jeu du Paume, 1999. |
Inserto a continuación un videoclip de YouTube, de solo veinte segundos, de la reconstrucción que se hizo de esas dos obras en la Bienal de
Venecia de 1993. La pieza de color rosáceo es la que aparece en la foto
anterior en segundo término.
Motonaga Sadamasa: Líquido rojo
Motonaga Sadamasa (1922-2011) presenta en una de las salas del Ohara kaikan varios
trabajos. En el suelo, sitúa unas piedras de varios colores encima de una base
y tarima blancas. En las paredes, cuelga sus óleos, de los que hablaré en otro
artículo consagrado exclusivamente a este artista. Finalmente, junto a una
ventana, distribuye una serie de bolsas de plástico suspendidas del techo y
llenas de agua teñida de diferentes colores.
En el segundo artículo de esta
serie vimos que en “Desafío al sol del verano. Exposición experimental de arte
moderno al aire libre” del mes de julio de 1955, Motonaga había colgado de la
rama de un árbol una gigantesca bolsa de plástico transparente con agua roja en
su interior. Para esta ocasión, en el interior del Ohara kaikan, el artista
decide reunir un buen número de esas “gotas”, ahora de menor tamaño pero de
varios colores, para crear una especie de lagrimeo multicolor. La foto siguiente
muestra ese montaje. En mi opinión, esta es una de las aportaciones más notables
de Motonaga.
Motonaga Sadamasa: Líquido rojo,
1955. Plástico y agua coloreada.
Ohara kaikan, Tokio. Foto en Françoise Bonnefoy (ed.): Gutai. París: Galerie Nationale du Jeu du Paume, 1999. |
Tanaka Atsuko: Timbres
Tanaka Atsuko (1932-2005) presenta
en esta Primera Exposición de Gutai un insólito trabajo que llama Timbres y un
rótulo que invita al visitante a accionar un pulsador. Lo que
hace la japonesa es distribuir por el suelo de una sala un conjunto de
zumbadores conectados por un cable.
Cuando alguien toca aquel pulsador, instantáneamente le
sorprende el sonido de un timbre situado a sus pies y que no había visto.
Apenas un segundo después, y gracias a un dispositivo de relojería, comienzan
a sonar los otros zumbadores, uno tras otro, creando una ola de sonido que va
alejándose por las estancias del recinto.
Tanaka Atsuko preparando la instalación de Timbres, 1955.
Ohara kaikan, Tokio. Foto en The Dream of a Museum. Hyogo Prefectural Museum of Art, 2002. |
Lo interesante del montaje de Tanaka es la interrelación que
se crea entre el sonido y el espacio y cómo quien ha activado el mecanismo
percibe la sensación del espacio a través de la variación del volumen del sonido. En 1954, Tanaka ya
había creado una pequeña instalación semejante con veinte timbres, y en 1956
realizará otra versión en el Museo de Bellas Artes de Kioto en la que perfeccionará
el temporizador y utilizará una red de zumbadores extendida a lo largo de más
de cuarenta metros por varias salas.
Tanaka Atsuko: Timbres,
1955. Reconstrucción de 1985.
Museo de Arte Moderno de la Prefectura de Hyōgo en Kōbe. Foto en The Dream of a Museum. Hyogo Prefectural Museum of Art, 2002. |
La artista japonesa pretende que su carrusel de campanillas
se adapte a los diferentes emplazamientos de sus exposiciones, extendiéndose por
varias estancias para crear una ola de sonido que recorra decenas de
metros.
En la “Primera
exposición de arte Gutai” de octubre de 1955 se presentaron muchas más obras de
artistas del grupo, tanto de los que he comentado como de otros, pero no
pretendo ser exhaustivo. Por eso lo voy a dejar aquí. En el próximo artículo
hablaré de la siguiente muestra de Gutai.
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