martes, 7 de mayo de 2019

Los artistas del grupo Gutai, IX

Arte moderno japonés: Gutai, IX
En el anterior artículo hablé de la “Segunda exposición de arte Gutai” celebrada en Tokio. En el de hoy lo haré de la tercera de sus muestras, que esta vez se realizó en el Museo Municipal de Arte de Kioto.

“Tercera exposición de arte Gutai”, 1957
Del 3 al 10 de abril de 1957 se presenta por primera vez en una pinacoteca oficial, el Museo Municipal de Arte de Kioto, una muestra dedicada a Gutai: la “Tercera exposición de arte Gutai”. Dos días antes de su inauguración se publica el sexto número de la revista Gutai, consagrado a la anterior exhibición de 1956 realizada en el Ohara kaikan de Tokio que comenté en el anterior artículo. Con este evento, empieza a conocerse y valorarse la actividad del grupo en medios institucionales de Japón.

Tras la vorágine inventiva de las anteriores ediciones, los miembros de Gutai entran en una etapa de reflexión que conducirá a una nueva fase creativa. Veamos un par de los trabajos presentados para la ocasión, el de Kanayama Akira y el de Motonaga Sadamasa.

Kanayama Akira: pintura mecánica
Una de las aportaciones más interesantes de la muestra de Kioto la realiza Kanayama. Después de meses de trabajo, ha logrado crear un artilugio formado por un cochecito de juguete, movido eléctricamente, sobre el que coloca un pequeño depósito para tinta conectado con dos tubos dispensadores cuyos extremos actúan como plumillas. 

Lo que hace Kanayama es colocar el papel en el suelo para que el carrito circule por encima de él. Su idea es que su artilugio tenga autonomía propia y pinte el cuadro sin su intervención.

Las obras así ejecutadas avanzan un paso más respecto a las que Pollock había realizado en la década anterior. El dripping de Pollock necesitaba de la mano del artista, y la maraña de trazos que producía era producto de la voluntad o instinto humanos. Ahora, Kanayama logra un automatismo total que dibuja un finísimo encaje de rayas multicolores en una pintura "casi" sin autor.

Kanayama Akira trabajando en su estudio en una pintura ejecutada mecánicamente, 1957. 
Foto en Alexandra Munroe (ed.): Japanese art after 1945. Scream Against the Sky
Nueva York: Harry Abrams, 1994. 

Inserto a continuación un vídeo de YouTube en el que se ve a Kanayama usando primero su “cochecito-pintor” para luego finalizar su obra manualmente. Solo dura un minuto y medio.


Motonaga Sadamasa: Agua
En 1957, Motonaga concluye su investigación sobre el agua y los plásticos que inició en las exposiciones al aire libre de los años 1955 y 1956.

En el museo de Kioto, el artista cuelga del techo cinco marcos metálicos de forma cuadrada, separados entre sí algo menos de un metro y en los que ha colocado sendas láminas de plástico de diferentes colores. Una vez suspendidos los bastidores en su sitio, vierte en cada uno de ellos un poco de agua que, al desplazarse hacia su centro, provoca una ligera curvatura en su superficie. En este caso el color no lo aporta el líquido, como en sus anteriores trabajos, sino el propio polietileno.

Motonaga Sadamasa: Obra: agua, 1957. Metal, plástico y agua, 500x90x90x500 cm. 
Vista de una de las salas del Museo Municipal de Arte de Kioto donde se celebró la muestra de Gutai. 
Foto en Hirai Yoichi (ed.): What’s Gutai. Osaka: Bijutsu-shuppan-sha, 2004.

La modernidad de esta obra de Motonaga es incontestable y todavía hoy parece que los años no han pasado para ella, como vemos en la fotografía siguiente que muestra una reconstrucción posterior.

Motonaga Sadamasa: Obra: agua, 1957. Metal, plástico y agua, 500x90x90 cm. 
Reconstrucción en el  Museo de Arte Moderno de la Prefectura de Hyōgo, Kōbe. 
Foto en Alexandra Munroe (ed.): Japanese art after 1945. Scream Against the Sky
Nueva York: Harry Abrams, 1994.

En esta “Tercera exposición de arte Gutai”, 1957, el resto de sus miembros exponen obras que mantienen los planteamientos ya vistos en anteriores muestras. Shimamoto sigue creando gigantescas obras realizadas con un cañón de pintura. Shiraga expone cuadros que ya había pintado con los pies y sobre los que vuelve a actuar para obtener una mayor textura con la superposición de nuevas capas. En cambio, Murakami abandona sus acciones de rotura de papel y exhibe unas enormes telas con un grattage espeso y denso.

Aunque este artículo no es muy largo, prefiero dejar para dentro de quince días el hablar de la siguiente muestra de Gutai celebrada solo dos meses más tarde. 

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