martes, 6 de abril de 2021

Arquitectura del albergue tradicional japonés, el ryokan, XVI

Algunos ryokan clásicos, 3: el Wanosato
Esta es la tercera entrega de la parte de esta serie dedicada a comentar ejemplos concretos de ryokan situados en edificios antiguos. En el primer artículo hablé de uno ubicado en Kioto, en el segundo lo hice de otro que se encuentra en Izu y hoy toca comentar un establecimiento de Takayama: el ryokan Wanosato.

El ryokan Wanosato
Página web del ryokan.
El Wanosato se encuentra en un entorno boscoso a una media hora del centro de Takayama, en la prefectura de Gifu. Sus edificios responden a la tipología minka, un término que se refiere a las viviendas rurales en general y cuyas gruesas cubiertas de kaya se conocen como de estilo gasshō. Pido disculpas por tantos vocablos técnicos, los explico ahora mismo.

Portón de entrada al ryokan Wanosato en Takayama. Foto de la web del ryokan.

Minka es un término que se refiere a los edificios rurales en general. Obviamente, como toda la arquitectura popular, las construcciones minka se levantaron sin la intervención de arquitectos, una figura que en Japón no apareció tal como se entiende en Occidente hasta bien entrado el siglo XIX, cuando, con la apertura de fronteras, se descubrieron los estilos y sistemas constructivos europeos.

El término kaya se refiere al material utilizado para ejecutar las cubiertas vegetales de esos edificios y suele traducirse como miscanto (Miscanthus sinensis), una hierba que se conoce en Japón con el nombre de suzuki.

Cubierta de kaya y estilo gasshō en el ryokan Wanosato en Takayama. Foto de la web del ryokan.

Gasshō es un vocablo que alude a una posición de manos muy frecuente en la iconografía budista y que consiste en colocarlas juntas en posición de orar, tocándose las puntas de los dedos relajadamente para dejar un poco separadas las palmas. El estilo gashō se refiere a los edificios que en el periodo Edo se construyeron en las poblaciones de Shirakawa y Shōkawa, en el área de Hida de la prefectura de Gifu, así como en la zona de Gokayama, en la vecina prefectura de Toyama. En todos ellos, la fuerte pendiente de su cubierta recuerda esa posición de las manos.

Los edificios del ryokan Wanosato se trasladaron desde la vecina localidad de Kamioka hasta su actual emplazamiento, donde se rehabilitaron cuidadosamente en 1990. Se trata de cuatro enormes pabellones con una antigüedad de más de 150 años que se han ubicado en un paraje boscoso cerca del río Miya, como ya he dicho, a una media hora de la ciudad de Takayama.

Edificios de estilo gasshō del ryokan Wanosato en Takayama. Foto de la web del ryokan.

La oferta del ryokan Wanosato se limita a ocho habitaciones de cuatro tipos que varían entre los dieciocho y los cincuenta y cinco metros cuadrados. Las de mayor tamaño muestran su estructura de pilares y vigas de madera envejecida, unos techos de más de cuatro metros de altura y las sólidas paredes típicas de la arquitectura rural. La fotografía siguiente es de una de esas amplias suites con baño privado exterior de estilo japonés. 

Estancias de una de las suites del ryokan Wanosato en Takayama. Foto de la web del ryokan.

Los apartamentos de menor superficie poseen amplias aberturas al entorno boscoso de la zona y sus acabados y mobiliario son de estilo japonés sin elementos occidentales. Obsérvese en la fotografía siguiente que las correderas interiores tienen la parte alta de vidrio translúcido, como si fuera el papel de unos clásicos shōji, mientras que la inferior es totalmente transparente. Como ya hemos visto en otros artículos, es una forma de enmarcar el paisaje exterior pensada para cuando se está sentado en el tatami.

Un detalle a comentar es el de las gruesas patas de la mesita que aparece en esa foto en el centro de la habitación. El motivo de su aparente desproporción es que los tatami se romperían si fuese más finas. Los interiores japoneses con pavimento de tatami nacieron en una época en la que no se utilizaban mesitas ni sillas con patas. En el clásico estilo shoin solo había una repisa, adosada a una pared y frente a una ventana, que se usaba como escritorio.

Cuando en las salas japonesas se incorporaron mesitas, siempre de inspiración china como la que vemos en la fotografía, se constató ese condicionante. La solución fue intentar que el peso se repartiera en la mayor superficie de apoyo posible para evitar el punzamiento y rotura de la superficie de los tatami. En otros artículos de este blog ya comenté cómo afrontaron este condicionante los diseñadores japoneses del siglo XX. 

Sala de una de las suites del ryokan Wanosato en Takayama. Foto de la web del ryokan.

La fotografía siguiente es de una suite de dos pisos de la que vemos su salón con un brasero, llamado kotatsu, colocado bajo una mesita y cubierto con una manta de modo semejante a las antiguas mesas camillas españolas. Hace poco más de un mes, hablé del kotatsu en este artículo.

Uno de los aposentos de menor dimensión del ryokan Wanosato en Takayama. Foto de la web del ryokan.

Tanto los baños de las habitaciones como los comunitarios utilizan aguas geotermales de la zona y estos últimos pueden usarse con familiares o amigos mientras se disfruta de las vistas al bosque vecino. La fotografía siguiente es de uno de ellos. 

Ya comenté en otra entrada de esta serie que en los baños públicos japoneses no está permitido usar traje de baño y los usuarios deben ir desnudos. El viajero que utilice este servicio por primera vez convendría que estudiara las normas y protocolo de uso. En este artículo comenté el tema de los baños japoneses tradicionales.

Baño comunitario del ryokan Wanosato en Takayama. Foto de la web del ryokan.

Uno de los espacios interiores del Wanosato más interesantes desde el punto de vista de la arquitectura es su gran salón con un hogar central, denominado irori, empotrado en el suelo. El irori, además de proporcionar calor, puede servir para cocinar y, en el ryokan que nos ocupa, también para calentar el agua del té de bienvenida a los viajeros en una tetera o tetsubin, que se suspende de las vigas del techo mediante un tradicional gancho ajustable llamado en japonés jizaikagi

Vestíbulo y recepción del ryokan Wanosato en Takayama. Foto de la web del ryokan.

El irori, un elemento ya conocido en las residencias aristocráticas del periodo Heian (794-1185), perduró a lo largo de los siglos integrándose en las cocinas de las viviendas de estilo shoin, en las estancias de estilo sukiya e incluso en las casas de té.

En la arquitectura rural el irori se situaba en espacios con el suelo de mortero que se denominaban doma, un término que también se emplea para zonas pavimentadas con cerámica o piedra. En esos casos, era frecuente que alrededor del irori se creara una tarima algo más elevada, pavimentada con madera y llamada takayuka, tal y como existe en el Wanosato y que vemos en la foto anterior.

Con esto finaliza este corto artículo, en el siguiente comentaré otro ryokan de Kioto.

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