Hace quince días publiqué dos entradas, objetivo e índice, que formaban parte del primer apartado de este Curso de arte japonés y que titulé “Presentación”.
Antes de empezar a hablar de las diferentes especialidades artísticas en detalle, he pensado que sería interesante tener una visión general del devenir histórico de Japón y cómo el entorno social de cada época propició una forma de arte característica. De ello tratará esta segunda parte del curso que empieza hoy y que he llamado “Introducción”. Constará de dos apartados: el que denomino "Panorama histórico" y el que titulo "Entorno japonés". Como siempre, sus entradas se irán lanzando cada dos semanas.
La tercera parte del curso se dedicará íntegramente a hablar de las diferentes especialidades artísticas: cerámica, escultura, jardines, pintura, arquitectura, etc.
La prehistoria
Vasija jōmon, periodo Jōmon medio (3000-2000 a. C.), altura: 32,5 cm. Museo Nacional de Tokio. Foto: web del museo. |
Las primeras manifestaciones artísticas japonesas de las que se tiene constancia son la cerámica y la arquitectura. Sin embargo, si bien de la primera pueden verse piezas originales con miles de años de antigüedad en muchos museos, no ocurre lo mismo con los edificios. De las edificaciones prehistóricas solo se han podido construir supuestas réplicas a partir de restos arqueológicos.
En la ilustración de la izquierda vemos un tipo de cerámica que se creó entre los años 3000 a 2000 antes de nuestra era y que es realmente sorprendente por su complejidad técnica. Sin embargo, esas formas desbocadas, incluso podríamos decir que expresionistas, ya no se volverán a ver en el arte japonés hasta la llegada del siglo XX.
En realidad, lo que predominó en las artes japonesas durante siglos fue la contención formal, las variaciones apenas perceptibles en los pequeños detalles. Un planteamiento que vemos ejemplificado en la siguiente foto de una vasija cerámica también prehistórica, pero más tardía que la anterior.Vasija yayoi, principio periodo Yayoi, ss. IV-III a. C, altura:18,5 cm. Museo Nacional de Tokio. Foto: web del museo. |
Cerámicas de esa época, parecidas a la que vemos en la siguiente ilustración, han servido para deducir cómo podía haber sido la arquitectura prehistórica y hacer reconstrucciones a partir de los restos de edificios encontrados y de esas terracotas con forma de edificio.
Edificio haniwa, periodo Kofun, s. V, altura:
54,0 cm; 95,6x72,4 cm. Museo Nacional de Tokio. Foto: web del museo. |
Más información sobre cerámica prehistórica
En el artículo de este blog que publiqué el 7 de enero de 2014 ya hablé de la alfarería japonesa prehistórica. Para los interesados en el tema, ahí explico el nacimiento de los rasgos que han predominado en gran parte de la historia de la cerámica japonesa.
Pues bien, la siguiente fotografía muestra la reconstrucción de edificaciones prehistóricas de uso residencial, no ritual, que no son más que chozas con el suelo interior de tierra casi siempre rehundido respecto al exterior. De todas formas, lo voy a dejar aquí, porque en este tema nos movemos en un terreno en que que no me encuentro muy a gusto. Pienso que el campo de la arquitectura prehistórica es un tema mucho más adecuado para los arqueólogos.
Reconstrucción de chozas del periodo Jōmon, ca. 3000 a. C.
Asentamiento prehistórico de Sannai-Maruyama, prefectura de Aomori. Foto: Wikimedia Commons. |
Llegada del budismo
En el año 552 se produjo un hecho trascendental en la historia japonesa: la introducción del budismo. Hasta entonces, el sintoísmo era la única práctica religiosa conocida en el país. Aquel año, un rey coreano aconsejó que se adoptara en Japón el nuevo credo por los enormes beneficios que aportaría a toda la sociedad. Sin embargo, su propuesta tardó unos años hasta que fue aceptada por todos los miembros de la aristocracia nipona y se comenzaran a construir edificios adecuados para la nueva religión.
En el Nihongi se dice que durante el undécimo mes del año 577, el soberano del reino de Paekche en Corea
envió al emperador de Japón una delegación de seis personas integrada por un
arquitecto, un escultor, tres monjes y una monja budistas que portaban varios
libros sagrados. Gracias a esos artesanos y frailes coreanos se pudieron
construir los primeros templos en territorio nipón.
Los primeros monasterios budistas de Japón se consagraron en el año 588, el de Asuka-dera en esa ciudad, y en el 593, el de
Shitennō-ji en Osaka. Ninguno de ellos ha llegado hasta nuestros días. El
más antiguo de los que se conservan hoy es el de Hōryū-ji, en la población de
Ikaruga, cerca de Nara, construido a finales del siglo VII.
La foto siguiente es de dos de sus edificios
más antiguos.
La pagoda y el pabellón dorado del templo de Hōryū-ji,
final s. VII. Foto: Javier Vives. |
Más información sobre Hōryū-ji
En este artículo de mi blog del 17 de septiembre de 2013, y en los dos siguientes, se habla extensamente del templo de Hōryū-ji.
La época de la aristocracia
Pero entremos ya en el mundo del arte promovido por la primera aristocracia japonesa, la que surgió hacia finales del siglo VIII, su arquitectura, sus jardines y sus kimono. No debe extrañar que mencione al kimono, pues esa prenda es mucho más que una simple vestimenta, como se ha demostrado con su recurrente presencia en el arte japonés, desde la pintura al teatro.
Por lo que respecta a la arquitectura, no ha
llegado hasta nuestros días ninguna edificación de las residencias
aristocráticas de esos años. Solo a través de dibujos, pinturas y descripciones
en obras literarias se ha deducido con bastante exactitud cómo podían ser.
Su esquema general consistía en una serie de pabellones aislados con galería perimetral que se comunicaban
mediante pasadizos cubiertos. Sus suelos estaban elevados del terreno, su estructura
era de pilares y vigas de madera, y exteriormente no se cerraban con
paredes macizas, sino con paneles de madera.
Esquema de una villa de estilo shinden en el periodo
Heian. Dibujo: David y Michiko Young: The Art of the Japanese Garden. |
Más información sobre las villas aristocrática
En este artículo de mi blog del 29 de mayo de 2013, y en el siguiente, se
habla extensamente del estilo de esas villas aristocráticas.
Los jardines de esas impresionantes villas tenían lagos, colinas y caminos bordeados por árboles. Sin embargo, en este caso sí existen algunos jardines actuales que forman parte de templos budistas y que se parecen bastante a esa tipología de residencias aristocráticas.
Jardín del templo Ninna-ji, ca. 1690, Kioto. Foto: Wikimedia Commons. |
Más información sobre los jardines aristocráticos
El 17 de mayo de 2013 publiqué en este blog un artículo sobre los
jardines aristocráticos del periodo Heian.
Parece ser que las damas de la corte de esa época,
estamos hablando del siglo IX o X en adelante, llevaban hasta doce kimonos uno
encima de otro para combatir el frío. Ya he dicho que en esos años los
edificios apenas tenían paredes exteriores.
En la fotografía siguiente, vemos a los anteriores emperadores de Japón con un atuendo como los de esa época. Si nos fijamos en la foto, el bajo de cada kimono de la emperatriz sobresale por la zona inferior. Sin duda, en
esos años, Europa estaba muy lejos de semejantes exquisiteces del vestuario.
El anterior emperador Akihito en su boda con Michiko
Shoda. vistiendo ropas de estilo heian, 10 de abril de 1959. Foto: Wikimedia Commons. |
Con esto finalizo este primer artículo del curso sobre arte japonés. En el siguiente, dentro de dos semanas, seguiremos avanzando en este recorrido por su historia que solo es un aperitivo de lo que se verá en las siguientes entradas de esta serie.
Dada la extensión de este larguísimo Curso de arte japonés, para facilitar el acceso a los artículos dedicados a un tema concreto, doy aquí este enlace que permite acceder a su índice interactivo. En él aparecen todos los artículos del curso con su respectivo hipervínculo que llevará a cada uno de ellos a medida que se vayan publicando.