martes, 12 de julio de 2022

Japón y el mundo del té, XXVIII

La ceremonia de té en Japón. La casa de té moderna, 2

Hace quince días vimos una casa de té con sus paredes, suelo y techo de vidrio y hoy comentaré otras ideadas por uno de los arquitectos japoneses más reconocidos de la actualidad, Kuma Kengo. En el artículo del 23 de agosto de 2016 hablé de una de sus obras que precisamente también estaba hecha casi enteramente con vidrio.

Kuma Kengo (1954-)

Kuma es uno de los más internacionales arquitectos japoneses actuales. Ha realizado centenares de proyectos y obras en numerosos países. Además de en Japón, ha trabajado en Estados Unidos, Canadá, México, Brasil, Australia, China, Taiwán, Corea, Tailandia, Vietnam, Reino Unido, Francia, Suiza, Italia, Alemania, Turquía, España y la lista no se detiene ahí.

Kuma parece especialmente atraído por el mundo del té, pues ha creado no solo varias casas de té, todas diferentes por sus materiales y concepción, sino que también ha diseñado un sorprendente juego de utensilios para la ceremonia. Pero vallamos por partes y empecemos por sus “casas”.

 La casa de té Oribe, 2005

La primera casa de té que proyectó Kuma la denominó Oribe como homenaje al ceramista Furuta Oribe (1544-1615), de quien hablé en este artículo, y en concreto como referencia a un célebre bol de té cuya forma y diseño responden claramente al espíritu y manera de entender la cerámica de Oribe, aunque no lo creara él. Ya hablé de este cuenco en los artículos XII y XXV de esta serie, pero de nuevo inserto aquí su foto. Oribe, discípulo de Sen no Rikyū, siempre destacó por un gusto poco convencional que se decantaba por lo irregular. 

Bol de té Waraya de estilo oribe negro, princ. s. XVII, 7,8 cm. Hornos de Mino.
Museo de Arte Gotō de Tokio. Foto en Christine Shimizu: Le grès japonais. París: Massin, 2001.

Kuma ideó una casa de té que era transportable y en la que utilizaba como cerramiento o "paredes" un material plástico, algo que inicialmente parece muy poco adecuado al espíritu del chadō.

El arquitecto japonés utilizó una serie de láminas de plástico corrugado de 5 mm de grueso separadas 65 mm y unidas entre sí con una especie de bandas para cerrar un espacio de apenas ocho metros cuadrados. La humildad de esos materiales y su transitoriedad, pues esa estructura es fácilmente desmontable, son dos de las constantes en el chadō que siguen estando presentes en la vanguardista obra de Kuma.

Kuma Kengo: exterior de la casa de té Oribe, 2005. Foto: web del arquitecto.

Kuma decidió que las láminas fueran de distinto tamaño para crear una envolvente irregular, otro de los preceptos del chadō muy querido por Oribe. Su aspecto exterior se asemeja a un capullo y es un homenaje al deforme tazón de Waraya de estilo oribe que vimos en la primera foto.

Si bien el exterior de la “casa de té” de Kuma puede sorprender, la sugerente iluminación de su interior no deja indiferente a nadie gracias al juego de transparencias, una de las "marcas de la casa" del japonés. Ese espacio tiene algo que recuerda el de las casa de té clásicas sin parecerse en nada, incluso situándose formalmente en las antípodas. Es eso que solo pueden hacer los verdaderos artistas. La casa de té Oribe fue un encargo del International Ceramics Park de Gifu. 

Kuma Kengo: interior de la casa de té Oribe, 2005. Foto: web del arquitecto.

Debido a su fama de arquitecto que sabe utilizar materiales locales y naturales, Kuma ha recibido más encargos para proyectar casas de té, la mayoría desmontables y no solo en Japón. Veamos la que en el año 2007 diseñó para, de nuevo, poder trasladarla a cualquier emplazamiento.

La casa de té Fuan, 2007

En la obra arquitectónica de Kuma queda claro el camino que muy pronto emprendió en busca de cerramientos cada vez más inmateriales para sus edificios. Para lograrlo los fragmentó empleando muy a menudo delgas de madera, los convirtió en semitransparentes usando vidrios translúcidos y los iluminó con luz rasante. Pues bien, con la casa de té Fuan dio un paso más en dirección, en esa búsqueda de la inmaterialidad.

Presentada en el World O-Cha Festival celebrado en el año 2007 en el Shizuoka Convention Arts Center, su casa de té flotante, pues eso significa fu, mientras que el sufijo an que suelen llevar todas las cabañas de té podría traducirse como ermita o retiro, es un espacio casi virtual de poco más de siete metros cuadrados. 

Kuma Kengo: interior de la casa de té flotante, 2007.
Foto: web del arquitecto.

La Fuan no es más que un enorme globo lleno de helio sobre el que se coloca un ligero tejido que apenas pesa 11 gramos por metro cuadrado. Si en una casa de té tradicional sus materiales son sumamente ligeros, en la diseñada por Kuma se convierten en simple “vestimenta” del cuerpo humano, una paráfrasis de lo que realmente es el espacio que nos rodea, que nos envuelve.

Como Kuma ha realizado más diseños destinados a la ceremonia de té, prefiero dejar para el siguiente articulo el presentar otros trabajos suyos.

¿Estas interesado en la arquitectura clásica japonesa?, pues en mi libro Arquitectura tradicional japonesa encontrarás lo que buscas. Mira en estos enlaces sus datos, su índice, su introducción y un extractoPuedes comprarlo en cualquier librería o en Amazon.