martes, 26 de julio de 2022

Japón y el mundo del té, XXIX

La ceremonia de té en Japón. La casa de té moderna, 3

En el anterior artículo vimos dos casas de té ciertamente rompedoras diseñadas por el arquitecto Kuma Kengo y hoy veremos otras dos también proyectadas por él y muy diferentes entre sí. Empecemos por la más singular.

 La Tee Haus, 2007

Kuma proyectó una Tee Haus, así llamada en alemán, para el Museo de Artes Aplicadas de Frankfurt, el Museum Angewandte Kunst, un edificio proyectado por el estadounidense Richard Meier en 1985 que el japonés declaró públicamente que admiraba.

Una vez más, Kuma se planteó como premisa de su proyecto la movilidad que tenían las casas de té tradicionales. Pensemos que antiguamente, e incluso hoy día, no era infrecuente que se desmontaran y volvieran a levantar en un nuevo emplazamiento cuando su propietario, a menudo un señor feudal o samurai solvente, cambiaba de domicilio. Ese fue el caso de la célebre Tai-an diseñada por Sen no Rikyū y que vimos en el artículo XVII de esta serie.

Kuma Kengo: exterior de la Tee Haus, montada en 2007 en el Museo de Artes Aplicadas de Frankfurt. 
Foto: web del arquitecto.

Para satisfacer la condición de resistencia al desgaste a que la someterían los numerosos visitantes del museo, Kuma ideó para su casa de té una estructura inflable de doble membrana de un tejido sintético especialmente resistente al uso y al exterior, el Tenara de Gore Tex.

La superficie de la casa de té era de algo más de 31 m² y la máxima altura interior de 3,40 m, lo que permitía tener los dos espacios necesarios: la sala donde se recibe a los invitados y la estancia donde se preparan los utensilios e ingredientes, la mizuya, ambas muy sutilmente diferenciadas.

Obviamente, la generosa dimensión ese interior se pensó no para ceremonias "privadas" con pocos participantes, sino para talleres o demostraciones ante bastantes personas. 

Kuma Kengo: interior de la Tee Haus, montada en 2007 en el Museo de Artes Aplicadas de Frankfurt. 
Foto: web del arquitecto.

La casa de té en Vancouver, 2016

La cuarta casa de té de Kuma Kengo que comento hoy es completamente diferente de las anteriores pues, a pesar de su modernidad, rezuma tradición por sus cuatro costados.

Con motivo de una exposición sobre la obra del arquitecto japonés en la ciudad canadiense de Vancouver, se le encargó el proyecto de una casa de té a situar en la cubierta de la planta 19 de un edificio corporativo y residencial de dicha ciudad. En este caso, Kuma utilizó materiales más “clásicos” que en las veces anteriores, en especial la madera, un elemento que suele emplear en muchas de sus obras de forma ciertamente innovadora.        

Kuma Kengo: exterior de la casa de té en Vancouver, Canadá, 2016. Foto: web del arquitecto © Ema Peter.

Los doce metros cuadrados de la casa de té de Kuma parecen flotar con un aire intemporal sobre el pequeño jardín de piedras y musgo que la rodea. Sin embargo, el japonés no renunció a emplear grandes correderas de vidrio e incluso un ingenioso sistema hidráulico que permite que uno de los módulos de tatami pueda levantarse para convertirse en una mesita o un banco a modo de taburete. De esa forma, las personas poco habituadas a sentarse en el suelo al modo japonés pueden asistir cómodamente a una ceremonia de té gracias al protocolo ryūtei, que comenté en esta entrada del 19 de octubre de 2021.

Kuma Kengo: interior de la casa de té en Vancouver, Canadá, 2016. 
Foto: web del arquitecto © Ema Peter.

Para acabar este artículo, voy a presentar muy rápidamente otro trabajo de Kuma Kengo también relacionado con la ceremonia de té, pero no con su arquitectura, sino con sus utensilios.

Utensilios para la ceremonia de té

En el año 2016, la marca danesa de joyería y platería Georg Jensen encargó a Kuma el diseño de unos utensilios para la ceremonia de té. El conjunto de piezas que diseñó el japonés está formado por un contenedor (chaire), un batidor (chasen), un cuenco (chawan), un dosificador (chashaku) y una bandeja. Todas las piezas son de plata excepto el dosificador y los filamentos del batidor que son de bambú. 

El juego completo de utensilios de té Kusa para Georg Jensen, 2016. Foto: web de Georg Jensen.

El interior del bol y del contenedor tiene un acabado especular, mientras que el exterior de todas las piezas está formado por una malla de filamentos de plata, un material clásico en Georg Jensen, que destaca sobre el fondo oscuro preoxidado. Esos argentíferos hilos rememoran la hierba mecida por el viento, de ahí el nombre de la colección, kusa, hierba en japonés.

El contenedor y el dosificador de té Kusa para Georg Jensen, 2016. Foto: web de Georg Jensen.

Como no podía ser menos, el resultado es de nuevo sorprendente por varios motivos. En primer lugar, la decisión de emplear la plata, en vez de materiales sencillos como la cerámica o la laca, contradice el primer principio de la vía del té. Pero además, ese diríamos excéntrico lujo alcanza un nivel estratosférico cuando, debido a ese material y a que solo de lanzaron al mercado once juegos de piezas, todas creadas a mano, su precio alcanzó la cifra de 80.000 dólares estadounidenses. El lector puede sacar sus propias conclusiones.

Con este final un poco sorprendente, finalizo este artículo. En el siguiente veremos otra casa de té creada por un artista singular.

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