martes, 9 de agosto de 2022

Japón y el mundo del té, XXX

La ceremonia de té en Japón. La casa de té moderna, 4

En el anterior artículo vimos dos casas de té y unos utensilios diseñados por el arquitecto Kuma Kengo y hoy hablaré de un par más, una proyectada por otro arquitecto, y la segunda, por un artista polifacético.

Ban Shigeru (1957)

Ban Shigeru es mundialmente conocido por sus obras levantadas con estructura de tubos de cartón, algo realmente inimaginable hasta que, después de varios ensayos en obras efímeras, tras el terremoto de 1995 que asoló la ciudad de Kōbe construyera la denominada Iglesia de papel y poco después una vivienda unifamiliar de fin de semana, ambas con pilares de ese material.

Desde el comienzo de su carrera, Ban Shigeru siempre ha mantenido la idea de que los edificios deben ser adaptables, reciclables y de baja tecnología, lo opuesto a la High Tech practicada por muchos de sus colegas de renombre.

Pero lo que me interesa comentar es que también él ha dirigido su mirada hacia el mundo del té, pues en 2008 presentó en Londres una insólita casa de té que, el 3 de abril del año 2011 se subastó con el fin de recaudar fondos para los damnificados por el tsunami de Tōhoku de ese año.

Exterior de la casa de té de cartón de Ban Shigeru, 2008, Londres. Foto: web del arquitecto.
La casa de té de Ban Shigeru está construida con tubos de cartón de sección rectangular que se unen con una varilla metálica. El techo es una simple hoja de papel plegado y el suelo, igual que los pocos muebles interiores, también se ha creado con cartón.

Interior de la casa de té de cartón de Ban Shigeru, 2008, Londres.
Foto: web del arquitecto.

Como podemos deducir de semejante descripción, la humildad de los materiales y la posibilidad de desmontar la casa de té para transportarla conectan con aquellos principios que regían en los orígenes de la ceremonia. De nuevo, vemos que las más insólitas soluciones permiten a los verdaderos innovadores mantener lo esencial de las tradiciones. 

Sugimoto Hiroshi (1948-)

Sugimoto Hiroshi es un renombrado artista conocido por una muy singular y personal obra fotográfica. En la segunda década de este siglo, su interés por la arquitectura le llevó a fundar su propia oficina en colaboración con arquitectos titulados.

Una de sus primeras obras fue una casa de té que presentó en la Bienal de Venecia de 2014 en un entorno en el que hacía una moderna interpretación del tradicional jardín de té.

En un artículo anterior ya vimos una casa de té totalmente de vidrio de Tokujin Yoshioka. Pues bien, un año antes que Tokujin, Sugimoto ya había utilizado ese material en la casa de té que montó en la isla de San Giorgio Maggiore durante la Bienal de Venecia de 2014. Entre 2018 y 2019, Sugimoto la volvió a mostrar en un estanque del jardín de Versalles, y en 2020, en el Museo de Arte Kyōcera de la ciudad de Kioto. 

La casa de té Mondrian en Venecia, 2014. Foto: web de Sugimoto Hiroshi.

En la fotografía anterior de la casa de té construida en la bienal de Venecia, el invitado ya está adecuadamente situado en el interior, al que ha tenido que entrar cruzando el hueco con el panel corredero de madera que se encuentra detras de él. También vemos al anfitrión dirigiéndose hacia la otra puerta de acceso, esta vez de altura "convencional". 

Vale la pena comentar que la superficie interior es de solo dos tatami, unos escasos tres metros y medio, y que los pequeños pilares de la casa se apoyan en piedras para no tener contacto con el agua, una solución tradicional en toda la arquitectura japonesa.

Según relata en su web, el artista japonés vio en la historia de la casa de té una búsqueda constante de la abstracción en la manera en que, por ejemplo, los antiguos maestros componían los empedrados de acceso y las fachadas de sus cabañas. En sus propias palabras, esa técnica compositiva le parecía “mondrianesca”.

Por ese motivo, Sugimoto pensó que el nombre “internacional” de su casa de té debía de ser Mondrian, mientras que en japonés mondorian sería la transcripción fonética de las sílabas de esa palabra que se escribiría así: 聞鳥庵. Esos tres sinogramas son, respectivamente, los de escuchar, pájaro y cabaña, es decir, que el significado oculto bajo el nombre de Mondrian sería más o menos “cabaña donde se escuchan los pájaros”

En la fotografía siguiente se ve el último montaje de la casa de té de Sugimoto, esta vez en el Museo de Arte Kyōcera de Kioto en 2020.

La casa de té de Sugimoto montada en Museo de Arte Kyōcera de Kioto, 2020.
Foto: web de Sugimoto Hiroshi.

La siguiente fotografía está tomada desde el interior de la casa de té montada en la Bienal de Venecia de 2014. El panel de madera cierra el hueco de la entrada para los invitados y sus medidas están marcadas por la tradición. La total transparencia de las paredes obliga a tener en cuenta el entorno que la rodea. Por ese motivo, Sugimoto diseñó sus alrededores de forma muy meticulosa con barreras visuales de bambú, pasos, losas y demás elementos que convierten el acceso a su “cabaña” en una experiencia muy semejante a la que se tiene en los jardines de té tradicionales. 

Vista desde el interior de la casa de té de Sugimoto, Venecia 2014.
Foto: web de Sugimoto Hiroshi.

En la fotografía anterior se observa la pequeña puerta de acceso a la casa de té. Como exigen los cánones, su reducida altura, unos ochenta centímetros, obliga a los invitados a que se agachen para entrar, un signo de humildad que iguala a todos los participantes, independiente de sus estatus social.

Sugimoto no se limitó a diseñar la casa de té, sino que en sus montajes, además de situarla sobre un estanque, siempre ha estudiado con mucho cuidado su entorno para crear esa sensación de “escuchar a los pájaros”. En todos los casos ha distribuido unas pasaderas sobre el agua de forma “mondrianesca”, como dice que se colocaban las piedras de los caminos en los jardines de té tradicionales.

La casa de té de Sugimoto tiene dos accesos como mandan los cánones: uno para los invitados y otro para el anfitrión, al que vemos en la primera de las fotos de este artículo dirigiéndose al interior. En la fotografía siguiente se aprecian ambos caminos sobre el agua: el de los invitados, unas losas de piedra, y el del anfitrión, unas plataformas de madera.

La casa de té Mondrian en Venecia, 2014. Las plataformas de madera son el camino de acceso
del anfitrión de la ceremonia de té, que entra por la puerta de hueco vertical. Foto: © Sugimoto Hiroshi.

Con esto finalizo este artículo. Dentro de quince días veremos más casas de té diseñadas por artistas/arquitectos contemporáneos.

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