martes, 16 de enero de 2024

La danza butō, 34

Los discípulos, 1

"Hay tantos tipos de butō como coreógrafos de butō." Hijikata Tatsumi

Hace dos semanas finalizó la serie de nueve artículos dedicados a Hijikata Tatsumi y a partir de hoy iremos viendo cómo se ha extendido la herencia que tanto él como Ōno Kazuo dejaron a sus discípulos y colaboradores. 

Los dos grandes maestros indiscutibles del butō fueron Ōno Kazuo y Hijikata Tatsumi, pero tras ellos, primero, quienes bebieron directamente de sus enseñanzas y, luego, quienes las conocieron a través de estos últimos se han presentado en todo el planeta como embajadores de una nueva tradición dancística. Son los pertenecientes a varias generaciones de discípulos que en algún momento tuvieron contacto directo o indirecto con ellos. 

Ōno Kazuo y Hijikata Tatsumi, 1985.
F
oto: Yamamoto Munesuke,
Archivo Hijikata Tatsumi,
Universidad de Keiō, Tokio.

La fotografía de la derecha ya la inserté en el vigésimo artículo de esta serie, el primero dedicado a Ōno Kazuo, pero la vuelvo a insertar aquí. Son los dos “padres” del butō atendiendo a los periodistas en el vestíbulo del Marion Asahi Hall de Tokio con motivo de la celebración en Tokio del Festival de butō de 1985. 

Tras la muerte de Hijikata en enero de 1986, el butō se convirtió en un arte global y su influencia se extendió más allá del ámbito coreográfico hasta llegar al mundo del teatro, del cine y muy pronto incluso al de las artes digitales.

Desde finales de 1973, cuando Hijikata se retiró como bailarían hasta el 17 de diciembre de 1985, día de su ingreso en un hospital aquejado de insuficiencia hepática, su actividad con jóvenes bailarines fue incesante. Dado que Motofuji, su mujer y verdadera gestora de toda la actividad de su estudio, procuraba a sus discípulos trabajo nocturno en algún cabaret, las sesiones y ensayos con Hijikata se alargaban hasta altas horas de la madrugada, tras lo cual, no pocos se quedaban a dormir en algún rincón del Estudio Asbesto. En este y en siguientes artículos hablaré de algunos de ellos, pero solo de los japoneses. Lo haré empezando por el más veterano e iré avanzando en orden cronológico.

Maro Akaji (1943-)

El nombre real de Maro Akaji es Ōmori Hiroshi. Aún muy joven, Maro formó parte del club de teatro de su instituto. En 1962 ingresó en la universidad de Waseda, aunque muy pronto la abandonó para matricularse en una escuela de artes escénicas. En 1965, Maro Akaji y Kara Jūrō (1940-) fundaron la compañía Teatro de la Circunstancia o Jōkyō gekijō, en la que Maro actuaba como actor hasta que también la abandonó en 1970. Hace años, publiqué en este blog varios artículos sobre Kara Jūrō. Este es el primero. 

Maro Akaji en 2016. Foto: Getty Images.

Cuando Maro conoció a Hijikata en 1966 y decidió incorporarse a su estudio, el Asbesto-kan, ya actuaba en cabarets de Tokio para obtener fondos para su proyecto. Sin embargo, a pesar de trabajar con él y asistir a sus largas sesiones, nunca intervino en ninguna representación de butō de las que dirigía Hijikata. Finalmente, en 1972 se independizó para crear su troupe de butō, la Dairakudakan, todavía activa y de la que ha sido hasta hoy el director y máximo responsable de forma ininterrumpida.

Desde entonces, Maro Akaji ha desempeñado un enorme papel en la expansión del butō al alentar a sus bailarines a convertirse en coreógrafos y crear su propia compañía cumpliendo su lema de “una persona, una troupe”.

Como ejemplo de esto último, baste mencionar a Murobushi Kō (1947-2015) quien en 1975 crea la Butō-ha Sebi. Ese mismo año, Amagatsu Ushio (1949-) funda Sankai juku. En 1976, Ōsuka Isamu (1943-) forma Byakkosha. En 1979, Furukawa Anzu (1952-2001) y Tamura Tetsurō (1950-1991) organizan Dance Love Machine. Todos ellos salieron de las filas de la troupe de Maro Akaji y todos dieron a conocer el butō no solo en Japón, sino más allá de sus fronteras, en los cinco continentes.

Inserto a continuación un video que se encuentra en el canal de YouTube de la compañía de Maro Akaji, la Dairakudakan, en el que Maro ejecuta un solo con una vestimenta muy habitual en sus actuaciones: un vestido largo femenino, en este caso blanco como la enorme peluca y el maquillaje de cara y brazos. El clip completo con los títulos iniciales y finales dura algo menos de seis minutos.


La notable presencia de Maro y sus dotes de actor han hecho que se fijaran en él directores de cine como Kitano Takeshi (1947-), quien le asignó el papel de un samurai caído en desgracia en su El verano de Kikujirō (1999), o Quentin Tarantino en Kill Bill 1 (2003), donde apareció como el jefe Osawa.

Dejo aquí el hablar más de Maro Akaji porque prefiero hacerlo extensamente cuando comente la larguísima actividad de su compañía dentro de unas semanas.

Kasai Akira (1943-)

Kasai Akira estudió danza moderna y ballet hasta que a principios de la década de los sesenta descubrió el butō y entró a trabajar con Ōno en 1963 y con Hijikata al año siguiente. Se atribuye a Kasai el empleo del término butō. En 1965 participó en el estreno de Danza color rosa, comentada en este artículo y de Emoción en metafísica (Keijijōgaku ni okeru kanjō) de 1967, ambas coreografiadas por Hijikata. 

Kasai Akira (izquierda) en Emoción en metafísica de Hijikata Tatsumi, 1967.
Foto: Takai Tomiko en Bruce Baird y Rosemary Candelario (eds.):
The Routledge Companion to Butoh Performance.
Londres: Routledge, 2019.

En esa época, Kasai recibió el calificativo de “el Nijinsky del butō” por su notable capacidad para el baile. En 1971 abrió su propio estudio que llamó Tenshikan (Casa de los ángeles), pero que cerró en 1979 para trasladarse a Alemania y estudiar euritmia, una técnica creada en 1921 por el austríaco Rudolf Steiner (1861-1925). En 1986 regresó a Japón y en 1991 volvió a abrir su estudio Tenshikan. Su reaparición en escena se produjo en 1994 con Saraphitia. Desde entonces compagina sus actuaciones como solista con el trabajo de coreografiar para otras compañías.

En general, su obra fusiona elementos orientales y occidentales, por lo que hay disparidad de opiniones sobre si se debe considerar o no verdadero butō. De cualquier forma, el propio Hijikata Tatsumi dijo “hay tantos tipos de butō como coreógrafos de butō. 

Kasai Akira delante de la doble mano pintada por Nakanishi Natsuyuki, años sesenta del s. XX. 
Foto: Nakatani Tadao en Odette Aslan y Béatrice Picon-Vallin (coord): Butô(s)París: CNRS Éditions, 2002.

En el año 2001, Kasai estrena en Tokio, y en junio en San Francisco, una obra fundamental en su carrera, La revolución del polen (Kafun kakumei), cuya coreografía, inicialmente para un único bailarín, se basa en Kyōkanoko musume Dōjō-ji, una de las más célebres piezas de danza del repertorio de kabuki.

Con una duración de una hora, La revolución del polen comienza con la aparición de Kasai vestido con un kimono femenino y peluca y cara blancas, como la joven protagonista de la mencionada obra de kabuki. Su figura se recorta sobre un fondo y suelo también blancos. En esa sección, se escucha música tradicional japonesa y concluye con un cambio de vestuario ayudado por asistentes de escena como los que aparecen en el teatro tradicional japonés.

En la segunda sección, ya ataviado con pantalón y camisa de color negro, Kasai se dirige al patio de butacas antes de volver al escenario, donde ejecuta una serie de movimientos que son claras referencias a la historia de la danza moderna, desde la gestualidad de Nijinsky en su Preludio a la siesta del fauno pasando por las icónicas poses de Martha Graham o incluso las alusiones al trabajo en el suelo del bailarín de butō Murobushi Kō

Kasai Akira en el segundo acto de
La revolución del polen, 2001.
Foto de fuente desconocida.

En la última sección, Kasai aparece con pantalón y chaqueta blancos y enseguida, después de pronunciar unas palabras, comienza a sonar música de rap junto con sonidos electrónicos. En la siguiente fotografía vemos a su hijo Kasai Mitsutake (1975-) interpretando ese papel. 

Kasai Mitsutake en el tercer acto de
La revolución del polen,
coreografía de Kasai Akira, 2001.
Foto: Hiroyasu Daido.

Inserto a continuación un tráiler que se encuentra en el canal de YouTube de Kyoto Experiment en el que aparece Kasai Akira bailando La revolución del polen en el año 2003. Kyoto Experiment es un festival internacional de artes escénicas que se celebra anualmente en esa ciudad desde 2010. En la grabación, del año 2003, se pueden ver las distintas fases de la obra con sus correspondientes cambios de vestuario. El clip dura poco más de tres minutos.


En el año 2012, Kasai Akira estrena en el teatro Público de Setagaya de Tokio una coreografía, en colaboración con Akaji Maro, director de la compañía Dairakudakan, titulada Hayasasurahime. Su trama se inspira en el Kojiki y por acuerdo entre los dos creadores se utiliza la música de la Novena sinfonía de Beethoven para descubrir las posibilidades de movimiento corporal que podría generar la obra del compositor alemán.

Kasai Akira en Hayasasurahime, 2012. Foto: Festival Internacional Cervantino, Guanajuato, México.

Inserto a continuación un clip de un fragmento de esta obra de Kasai en su presentación en México en el año 2014. El vídeo se encuentra en el canal de YouTube de la cadena de televisión mexicana Noticias22, dura poco más de cinco minutos e incluye comentarios del propio Kasai. En uno de ellos dice del público: “En Europa siento que me ven de lejos, pero en México se acercan, los puedo sentir”. 


Los interesados en la obra de Kasai Akira, pueden ver un vídeo de su actuación en el Setagaya Public Theatre de Tokio en 2008 con la obra Kaibunsha que se encuentra en el canal de YouTube de la Japan Foundation, en el ciclo Stage Beyond Borders. Se trata de un extenso solo bailado sobre el Arte de la fuga de Bach interpretada al piano por Takahashi Yūji. Este es el enlace para ver el vídeo en esa plataforma. Dura algo más de una hora. 

Con esto finaliza este primer artículo sobre los discípulos de Hijikata. Dentro de dossemanas conoceremos a más.