El Arte moderno
japonés: Gutai, XXIII
Después del hablar de Shiraga Kazuo en el artículo anterior,
hoy lo haré de otro artista de Gutai cuya obra parece situarse en las antípodas
de la producción casi visceral de este. Me refiero a Kanayama Akira.
Kanayama Akira (1924-2006)
Kanayama Akira nace en Osaka y en 1946 ingresa en la Escuela
de Arte y Diseño de Tama, la actual Universidad de Arte de Tama en Tokio. Sin
embargo, al año siguiente abandona ese centro para matricularse en el Instituto
Municipal de Arte de Osaka, donde finaliza sus estudios en 1949.
Kanayama Akira. Foto: Fujino Tadatoshi. gutai.jp |
Los primeros trabajos de Kanayama entrarían en el apartado
de una abstracción geométrica muy influenciada por Mondrian. Las obras de esa
época muestran su evolución hacia la máxima simplificación, primero eliminando
el color y luego reduciendo los trazos hasta el límite.
La ilustración siguiente es de una pintura que Kanayama realizó
cuando formaba parte del Grupo Cero, del que hablé en este artículo hace un mes. Sobre una madera blanca, dos circunferencias perfectas, una negra y otra roja, quedan situadas
en la parte inferior del soporte. Esta obra es una alusión clara a los círculos
(en japonés ensō), que los monjes zen suelen realizar como ejercicio
diario.
Ese camino hacia la reducción extrema, que el artista plasma
en una serie que titula Trans-Mondrian, conduce irremediablemente hacia
una tela desnuda. Eso es precisamente lo que presenta en la Octava Exposición de Arte de la Ciudad de Ashiya en 1955, donde expone un cuadro de 130x130 cm en el que
solo aparece un ideograma japonés que dice «arriba», una simple indicación de
cómo se debe colgar su obra. En este sentido, la concepción de Kanayama se encuentra
en las antípodas de la de su colega Shiraga.
Sin duda influenciado por el dripping de Pollock, en 1957, Kanayama consigue poner a punto un
sistema de pintura automática con el que su intervención en la creación del
cuadro prácticamente desaparece. Ya expliqué ese método en un artículo anterior donde incluí un vídeo-clip en que se veía al artista en acción, pero ahora vuelvo a insertar una foto en
la que aparece manipulando su "artilugio pintor", en realidad un pequeño cochecito de
juguete que cada vez que golpea las tablas que limitan la zona de papel, retrocede hacia el centro.
Kanayama Akira trabajando
en su estudio en una pintura ejecutada con control remoto, 1957.
Foto en Françoise Bonnefoy (ed.): Gutai. París: Galerie Nationale du Jeu
du Paume.
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Kanayama ejecutó un buen número de obras con su artilugio
mecánico. Él mismo comentó con su característico humor que, dado que era el secretario de Gutai,
no tenía tiempo para pintar, motivo por el que se vio obligado a inventar un
mecanismo automático que lo hiciera en su lugar, sin su intervención. Las
fotografías siguientes muestran un par de las primeras obras que ejecutó con
ese método.
Algunos de los cuadros que Kanayama ejecutó con ese sistema
eran de dimensiones gigantescas, en cuyo caso sustituía el soporte de papel por
una lámina de material plástico como el vinilo o similar.
En un artículo anterior vimos
que Kanayama también trabajó con globos cuya superficie había pintado con su
artilugio automático. La foto siguiente es de uno de ellos.
Kanayama Akira: Globo, 1956. Museo Stedelijk. Ámsterdam.
Foto de fuente desconocida.
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Con esto concluyo este artículo sobre Kanayama, dentro de
quince días hablaré de Shimamoto Shōzō.
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