Después del anterior artículo en el que se comentaron algunos rasgos
de la sociedad nipona muy diferentes de los de la occidental, hoy acabaremos este
apartado dedicado al entorno japonés hablando de ciertos patrones de
comportamiento que nos suelen chocar a los occidentales. Ya he comentado
anteriormente que siempre creemos que son
los japoneses quienes actúan de forma diferente o al revés que nosotros, cuando
desde su punto de vista, somos nosotros los que hacemos muchas cosas al revés
que ellos. ¿Quién marca o define el patrón de referencia de un determinado
comportamiento? y ¿qué o quién le otorga la potestas o auctoritas
para establecerlo?
Costumbres y protocolos sociales
Voy a entrar en unos terrenos, los de la sociología y antropología, en
los que reconozco mi ignorancia, por lo que pido disculpas a los expertos por
mi osadía. Con los siguientes comentarios solo intento descubrir para los
interesados en el tema, pero no especialistas, algunos rasgos del arte japonés
que tienen, en mi opinión, mucho que ver son sus costumbres sociales. Veamos.
La ambigüedad
Los japoneses suelen tolerar muy bien la ambigüedad y su lengua
acentúa aún más un cierto grado de indefinición o vaguedad que en algunos
casos puede causar confusión a los extranjeros. La ambigüedad quizás sea uno de los factores que contribuyen a mantener la armonía en la sociedad nipona. La gente aprende a
ser consciente de lo que piensa el interlocutor, algo que le permite tomar la
iniciativa llegado el momento. Como ejemplos de ambigüedad en el lenguaje están
las respuestas que nunca son ni sí ni no. Por ejemplo, chotto o demo,
o incluso maa, maa son formas de cortés imprecisión, de
privacidad que se usan con bastante frecuencia.

Datos de la obra de Sesshū que vemos en las dos ilustraciones que flanquean este texto: Sesshū Tōyō: Paisaje haboku, tinta sobre papel, dibujo (derecha): 38,4x32,7 cm; montada con caligrafía (izquierda): 148,6x32,7 cm, 1495. Museo Nacional de Tokio. Foto derecha: Wikimedia Commons. Foto izquierda: web del museo.