martes, 23 de abril de 2024

La danza butō, 41

Las compañías de butō: Dairakudakan, 2

En el anterior artículo vimos los inicios de la compañía de butō Dairakudakan de Maro Akaji y hoy seguiremos viendo cronológicamente sus obras más importantes.

Tempestad (Arashi), 1976

En septiembre de 1976 se estrena en el Nihon Seinenkan de Tokio La tempestad (Arashi), en la que intervienen, además de Maro Akaji, los históricos Murobushi Kō, Amagatsu Ushio, Tamura Tetsurō y Osuga Isamu, entre otros.

Dairakudakan: La tempestad (Arashi). Septiembre de 1976.
Foto: web de Murobushi Kō.

martes, 9 de abril de 2024

La danza butō, 40

Las compañías de butō: Dairakudakan, 1

Concluida hace dos semanas la sección consagrada a los bailarines de butō independientes, voy a dedicar los seis últimos artículos de esta serie a hablar de las dos compañías más longevas de la historia de la danza butō: Dairakudakan y Sankai juku.

La compañía Dairakudakan

La troupe de butō Dairakudakan la creó Maro Akaji (1943-), junto con Murobushi Kō (1947-2015) y Amagatsu Ushio (1949-), en 1972. De Murobushi hablé en el quinto artículo con motivo de su actuación en los primeros espectáculos de butō vistos en París en 1978. De Amagatsu solo hice una corta presentación en esta entrada, pues hablaré más extensamente de su compañía dentro de un mes. Y de Maro también comenté su actividad antes de fundar su troupe en este artículo, por lo cual no voy a repetir lo dicho allí.

Desde el momento en el que sus dos socios abandonaron Dairakudakan, Maro Akaji se convirtió no solo en su director, coreógrafo y alma durante ya cincuenta años, sino en uno de los pocos artistas aún en activo continuador por línea directa de las enseñanzas de Hijikata Tatsumi, aunque en puridad nunca intervino en las obras de este.

Miembros de la compañía Dairakudakan en la obra Virus (Uirusu),
estrenada en 2012 con motivo del cuadragésimo aniversario de su fundación. 
En el centro, con peluca amarilla, su director Maro Akaji. Foto: Teatro Nacional de Tokio.

martes, 26 de marzo de 2024

La danza butō, 39

Los discípulos, 6

En el último artículo y anteriores vimos de forma muy esquemática la carrera de unos bailarines de butō que podríamos denominar “independientes” por su forma de encarar esta forma de danza. Por supuesto que en esa lista faltan muchos artistas.

Hay muchos bailarines de butō, nacidos a partir de mediados de la década de los cincuenta y posteriores del siglo XX que, si bien no estudiaron directamente con Hijikata Tatsumi o con Ōno Kazuo, sí trabajaron con alguno de los discípulos de estos que bebieron en las fuentes del butō y conocieron de primera mano a los dos maestros. Me refiero principalmente a Maro Akaji, el director de Dairakudakan, a Amagatsu Ushio, director de Sankai juku, o incluso a los independientes como Murobushi Kō y Tanaka Min. Todos ellos han contribuido a la expansión del butō, y no solo en Japón, sino en todo el planeta. 

Takenouchi Atsushi (1962-)

Takenouchi Atsushi pertenece a la tercera generación de bailarines de butō. Sus comienzos los realiza en la compañía Hoppo butō-ha fundada en 1974 por Yamada Bishop (Ippei) (1948-). La última obra que interpreta en esa troupe es Takazashiki en 1984, una pieza que Hijikata coreografió para Yamada.

Takenouchi Atsuchi en el solo Turn, sin más datos. Foto: Konronsha.

martes, 12 de marzo de 2024

La danza butō, 38

Los discípulos, 5

Introducción articulo

El artículo anterior hablé de dos históricos de la danza butō que todavía hoy despliegan una incesante actividad y hoy lo haré de otros que quizás no hayan alcanzado tanta fama, pero que merece la pena conocer.

Harada Nobuo (1949-)

Cuando Harada Nobuo estudiaba en la Universidad de Waseda, en Tokio, dirigió la compañía de teatro Escenario Libre hasta 1972. Tras ver ese mismo año una actuación de Ōno Kazuo, se convenció de que debía dedicarse al butō.

Harada Nobuo, sin datos.
Foto: facebook de Seryūkai.

Entre 1973 y 1979 se integra en la troupe Tenshikan de Kasai Akira, de quien hablé en el artículo 33 de esta serie. En 1980 funda en Tokio la compañía Seiryūkai con la que presenta diversos espectáculos en la capital nipona entre 1980 y 1985. En 1994 traslada su taller-estudio, también llamado Seiryūkai, a Fukuoka.

El planteamiento de Harada es similar al de otros bailarines de butō: considerar su práctica como una verdadera terapia. Ejemplo de esto es su obra Hiraku (Despertar) creada para niños son síndrome de Down y adultos con desórdenes psicológicos. Al igual que Takeuchi Mika en Sapporo o Endō Tadashi (1947-) en Göttingen, Alemania, Harada gusta de integrar a personas con algún tipo de discapacidad con bailarines experimentados para que juntos bailen coreografías especialmente pensadas para la interacción de ambos grupos.

martes, 27 de febrero de 2024

La danza butō, 37

Los discípulos, 4 

En el anterior artículo hablamos de un par de bailarines y coreógrafos de butō que desarrollaron parte de su carrera en Europa y América. Hoy nos centraremos en una estupenda bailarina de butō, seguramente la más brillante de todos los alumnos de Hijikata, y en un polifacético artista independiente. 

Ashikawa Yōko (1947-)

Nada más graduarse en la Universidad de Arte Musashino en 1967, Ashikawa Yōko recibe una invitación de Ishii Mitsukata (1939-2017) para que entre en el Estudio Asbesto de Hijikata. Aunque no tenía ninguna experiencia en el mundo de la danza, tiene su primer recital en agosto de 1968 en el auditorio del Sōgetsu Kaikan en Tokio. A partir de ese momento, Hijikata empezó a trabajar frecuentemente con bailarinas.

Ashikawa se convirtió enseguida en la discípula preferida de Hijikata, una verdadera musa gracias a su capacidad de materializar las ideas de su maestro respecto a lo que debía ser una interpretación femenina del butō. Desde muy pronto supo responder de manera muy efectiva al sistema que empleaba Hijikata para comunicar a sus discípulos lo que tenían que hacer. Sus instrucciones no sugerían poses o formas de colocar el cuerpo o los miembros, sino que simplemente les decía como debían sentirse, ni siquiera qué era lo que habían de sentir. Sin duda, su método resultaba desconcertante para muchos.

Ashikawa Yōko en la obra Tempestad de verano, 1973.
Foto: extraída del DVD comercial de la obra.

sábado, 24 de febrero de 2024

Conferencia sobre el teatro nō en Casa Asia de Madrid

El próximo miércoles día 28 de febrero, a las 18:30, ofreceré en Casa Asia de Madrid una conferencia titulada Introducción al teatro nō de Japón: escenario, actores, música , obras,... En la web de Casa Asia se ofrece información sobre el acto.

La charla se engloba en el marco de colaboración entre Casa Asia y el Teatro Real de Madrid con motivo de la representación en el Teatro de La Abadía del Pierrot lunaire de Arnold Schönberg, como uno de los actos de conmemoración de los 150 años del nacimiento del compositor austríaco.

martes, 13 de febrero de 2024

La danza butō, 36

Los discípulos, 3 

Hace dos semanas comentamos la carrera de una bailarina y un bailarín de butō y hoy lo haremos de otros dos, también nacidos a mediados de los años cuarenta, que desarrollaron gran parte de su carrera lejos de Japón, en Europa y en América.   

Iwana Masaki (1945-2020) y el butō blanco

En 1985, Iwana Masaki abrió su estudio de butō en Tokio en su propia casa. Cuando se divorció tres años más tarde decidió irse a Paris. Al poco de llegar a la capital gala, empezó a recibir ofertas para dar funciones, talleres y clases de butō que le permitieron alargar su estancia durante una década. Gracias a ese trabajo pudo fundar su propio taller que denominó La Maison du Butoh Blanc, todavía hoy en activo en la región de Normandía. En sus clases se mantenía fiel al consejo de Hijikata: “no seguir los métodos de otros”, por lo que siempre proponía a cada bailarín que desarrollara el suyo propio.

Iwana Masaki.
Foto sin datos de fuente desconocida.

domingo, 28 de enero de 2024

La danza butō, 35

Los discípulos, 2

En la anterior entrada conocimos a dos de los primeros discípulos de Hijikaka y hoy presentaremos a un par más siguiendo el mismo orden cronológico de acuerdo con su fecha de nacimiento.

Nakajima Natsu (1943-)

Nakajima Natsu empezó a estudiar ballet clásico en 1955 y en 1962 entró en el estudio de Ōno Kazuo. Fue una de las primeras bailarinas de butō que intervino en obras de Hijikata Tatsumi.

Hay que tener presente que, al principio de su carrera, Hijikata trabajaba solo con bailarines masculinos. Los primeros fueron Ōno Kazuo (1906-2010) y su hijo Ōno Yoshito (1938-2010) y enseguida, Kasai Akira (1943-), Ishii Mitsutaka (1939-2017), Tamano Kōichi (1946-), Yamamoto Moe (1953-) y Waguri Yukio (1952-2017), entre otros. Maro Akaji, el fundador de Dairakudakan, también colaboró inicialmente con él, aunque nunca se unió formalmente al Estudio Asbesto. Sin embargo, mantuvo una buena amistad con Hijikata y compartió con él la idea de que “el cuerpo está cubierto e impulsado por antiguos fantasmas".

Pero volvamos a Nakajima. Tan pronto como en 1969, la bailarina japonesa creó la compañía Muteki-sha, para la que coreografió diversas obras. En su opinión, el butō debe huir del tanto del simbolismo como del formalismo y solo debe expresar energía y libertad. Su primera actuación en el extranjero fue en 1983 en el Festival Internacional de Teatro de Londres, donde presentó su obra Niwa.

Nakajima Natsu en Como humo, como cenizas
Raiōsha, campus Hiyoshi de la Universidad de Keiō, Tokio, 2014. Foto: Keiō University Art Center.

martes, 16 de enero de 2024

La danza butō, 34

Los discípulos, 1

"Hay tantos tipos de butō como coreógrafos de butō." Hijikata Tatsumi

Hace dos semanas finalizó la serie de nueve artículos dedicados a Hijikata Tatsumi y a partir de hoy iremos viendo cómo se ha extendido la herencia que tanto él como Ōno Kazuo dejaron a sus discípulos y colaboradores. 

Los dos grandes maestros indiscutibles del butō fueron Ōno Kazuo y Hijikata Tatsumi, pero tras ellos, primero, quienes bebieron directamente de sus enseñanzas y, luego, quienes las conocieron a través de estos últimos se han presentado en todo el planeta como embajadores de una nueva tradición dancística. Son los pertenecientes a varias generaciones de discípulos que en algún momento tuvieron contacto directo o indirecto con ellos. 

Ōno Kazuo y Hijikata Tatsumi, 1985.
F
oto: Yamamoto Munesuke,
Archivo Hijikata Tatsumi,
Universidad de Keiō, Tokio.

La fotografía de la derecha ya la inserté en el vigésimo artículo de esta serie, el primero dedicado a Ōno Kazuo, pero la vuelvo a insertar aquí. Son los dos “padres” del butō atendiendo a los periodistas en el vestíbulo del Marion Asahi Hall de Tokio con motivo de la celebración en Tokio del Festival de butō de 1985. 

Tras la muerte de Hijikata en enero de 1986, el butō se convirtió en un arte global y su influencia se extendió más allá del ámbito coreográfico hasta llegar al mundo del teatro, del cine y muy pronto incluso al de las artes digitales.

Desde finales de 1973, cuando Hijikata se retiró como bailarían hasta el 17 de diciembre de 1985, día de su ingreso en un hospital aquejado de insuficiencia hepática, su actividad con jóvenes bailarines fue incesante. Dado que Motofuji, su mujer y verdadera gestora de toda la actividad de su estudio, procuraba a sus discípulos trabajo nocturno en algún cabaret, las sesiones y ensayos con Hijikata se alargaban hasta altas horas de la madrugada, tras lo cual, no pocos se quedaban a dormir en algún rincón del Estudio Asbesto. En este y en siguientes artículos hablaré de algunos de ellos, pero solo de los japoneses. Lo haré empezando por el más veterano e iré avanzando en orden cronológico.

martes, 2 de enero de 2024

La danza butō, 33

Hijikata Tatsumi, 9

“Renacer siempre y en todas partes. Una y otra vez.” Hijikata Tatsumi

Hace quince días hablamos de una de las obras capitales de Hijikata y de toda la historia del butō y hoy lo haremos de sus últimas actuaciones como bailarín.

El año 1973 fue el de las postreras apariciones de Hijikata en escena. Después de presentar en julio de ese año Historia de la viruela en Iwate, como dije en el penúltimo artículo (el 31), en octubre estrena Tormenta de verano (Natsu no arashi) en el auditorio Westside de la Universidad de Kioto. En esa pieza de larga duración interpreta dos solos que se han convertido en su último legado dancístico: Niña y Lepra.

Ese mismo mes se le invita para que interprete una sección de la obra titulada El mito del falo, que mencioné en este artículo (el 28) y que dirigió Maro Akaji para su compañía Dairakudakan. A partir de ese momento, Hijikata únicamente se dedicará a crear coreografías para otras troupes, una de ellas la Hakutōbō, integrada solo por mujeres.

Hijikata Tatsumi. Foto sin datos de fuente desconocida.