La pintura japonesa de tinta china: los formatos de la sumi-e, II
La semana pasada hable de los dos formatos más reducidos de la sumi-e japonesa, el de la pintura en rollo, generalmente de tal longitud que impide contemplarla en su totalidad con "una sola mirada", y el de las obras pensadas para colgar en una pared, casi siempre del tokonoma.
Hoy comentaré otros dos formatos, esta vez de mayor dimensión. En mi opinión, a pesar de que casi todos los emakimono tienen varios metros de longitud, dada su poca altura, no se puede considerar que sean obras de gran formato, pues suelen contemplarse a poca distancia.
La semana pasada hable de los dos formatos más reducidos de la sumi-e japonesa, el de la pintura en rollo, generalmente de tal longitud que impide contemplarla en su totalidad con "una sola mirada", y el de las obras pensadas para colgar en una pared, casi siempre del tokonoma.
Hoy comentaré otros dos formatos, esta vez de mayor dimensión. En mi opinión, a pesar de que casi todos los emakimono tienen varios metros de longitud, dada su poca altura, no se puede considerar que sean obras de gran formato, pues suelen contemplarse a poca distancia.