lunes, 28 de agosto de 2023

La danza butō, 24

Ōno Kazuo, 5

“Baila mientras tu corazón siga latiendo.” Ōno Kazuo

En el anterior artículo dejamos a Ōno Kazuo con su presentación en el Festival de Nancy de 1980. A partir de ese momento su actividad internacional es incesante.

Mi madre (Watashi no okāsan), 1981

Llegados a este punto de la trayectoria de Ōno, quedan claros cuales son los temas centrales de toda su producción. Su admiración por La Argentina, su fe cristiana, y el amor a su madre. En 1981 estrena bajo la dirección de Hijikata, Mi madre, una obra de la que en 1995 elabora una nueva versión dirigida por su hijo Yoshito. Con esta pieza se reafirma en que su personaje lleve siempre una flor como símbolo de admiración, perdón y amor, tres cualidades respectivamente asociadas a los tres focos de inspiración mencionados. 

Ōno Kazuo en Mi madre, 1981.
Foto: Ikegami Naoya.

martes, 15 de agosto de 2023

La danza butō, 23

Ōno Kazuo, 4

“Escuchad la música con vuestro corazón y alma.” Ōno Kazuo

Hace dos semanas nos despedimos con la intención de que hoy presentaría la obra más representativa de Ōno Kazuo, la titulada Admirando a la Argentina.

Aquella extraña sensación que Ōno experimenta en 1976 ante el cuadro abstracto de Nakanishi es la responsable de su retorno al escenario. (Comenté ese momento en esta entrada y también hablé de su primer y único encuentro con la danza española en este otro artículo). Un año más tarde, en noviembre de 1977, con 71 años y bajo la atenta dirección de Hijikata, estrena en el Dai-ichi Seimei Hall de Tokio Admirando a La Argentina, un sentido homenaje a la bailarina española. Antonia Mercé había fallecido cuarenta años antes y habían transcurrido casi cincuenta desde que Ōno la vio por primera y última vez en 1929. Sin embargo, la huella que dejó en el japonés se convirtió en una semilla que germinó durante más de veinte años en los cientos de representaciones que ofreció de esa obra por todo el planeta. 

Ōno (izquierda) y Hijikata en un ensayo de Admirando a La Argentina
estrenada en el Dai-ichi Seimei de Tokio el 1 de noviembre de 1977.
Foto de Ikegami Naoya en Odette Aslan y Béatrice Picon-Vallin (eds.):
Butō(s). París: CNRS Editions, 2002.

martes, 1 de agosto de 2023

La danza butō, 22

Ōno Kazuo, 3

“El único movimiento que tiene significado es el que deriva del alma.” Ōno Kazuo

En el anterior artículo dejamos a Ōno en su papel femenino en la segunda versión de Kinjiki, pieza basada en la novela del mismo título de Yukio Mishima (1925-1970) y cuyo título se ha traducido en español como Color prohibido. La importancia de esta obra en la historia del butō radica en que precisamente marcó la fecha de su nacimiento. Como dije entonces, hablaré de ella ampliamente en los artículos que dedique a Hijikata, en concreto en el vigésimo séptimo.

Vamos a entrar hoy en la década de los sesenta del siglo pasado, unos años en los que Ōno, superando ya la cincuentena, alcanza su madurez expresiva. El primer fruto de su estrecha colaboración con Hijikata será un personaje que se convertirá en su arquetipo preferido, un ser completo, a la vez femenino y masculino, real e imaginario, vivo y muerto, algo que nunca antes nadie había creado de forma tan sensible y poética. Veamos cómo nació. 

Divinariane (Diviinū shō), 1960

Poco después del estreno de la primera versión de Kinjiki que comenté en el anterior artículo, Hijikata pregunta a Ōno si estaría dispuesto a encarnar el personaje del homosexual del Diario de un ladrón (Le journal du voleur), la novela de 1949 de Jean Genet (1910-1956). Ōno acepta la idea, pero elige el papel del travesti protagonista, llamado Divina, de la novela de Genet Nuestra señora de las flores (Notre-Dame des fleurs) de 1943. De ahí nacerá la siguiente obra que interpretará Ōno: Divina, también denominada en muchos textos Divinariane

Ōno (izquierda) como Divina y Hijikata (agachado)
en el primer acto de la segunda versión de Kinjiki, 1959. 
Foto: Ohno Dance Studio Archives.